miércoles, octubre 15, 2008

“La tecnología mató a la bohemia”


Entrevista. Guillermo Thorndike. Periodista


El nombre de Raúl Villarán tal vez no diga mucho a los lectores de hoy. Pero en la década de 1950 fue uno de los periodistas que varió la forma de hacer el periodismo en el Perú. Fue el responsable del tabloide Última Hora, el mismo que con su famosa portada “Chinos como cancha en el paralelo 38”, introdujo la jerga en la primera plana. Guillermo Thorndike ha escrito sobre él y sus primeros pasos por la prensa el libro El rey de los tabloides.


¿Por qué el espíritu bohemio de los periodistas de la época?
- Antes se terminaba de trabajar muy tarde. Ahora hay Internet, y la gente puede estar enterada de lo que está pasando diez minutos antes. Todos están más o menos al día. Antes no. Cuando pasaba algo importante, debías escribirlo en una pizarra y colgarlo del balcón de tu periódico. Se acababa de trabajar a una hora avanzada que no era para visitar a nadie. Otro factor es que vivíamos un día adelantado. Ya sabíamos qué iban a hablar con anticipación. Era inevitable sumarse a la vida nocturna. La tecnología acabó con eso.


¿Cómo valora que el personaje de su libro utilizara las páginas del diario que dirige para promocionar su negocio particular de bailarinas?
- Se puede ver así. Pero también se puede ver de otra manera. Había la necesidad de tener princesas y príncipes locales. Europa tenía los suyos, pero no eran nuestros, pues. Dependíamos de culturas extranjeras, hasta las Bikini Girls de Villarán. Significó lanzar talentos nacionales. Esto empezó como actividad de la Federación de Periodistas. Pero luego, invirtieron su dinero y talento y aprovecharon también Última Hora, pero levantando a Última Hora. Creo que la reacción de Pedro Beltrán, el dueño del diario, fue exagerada.


Un dato interesante que da su libro es el origen conservador de la prensa popular.
- Claro. Las calificaciones pueden variar de una época a otra. En el siglo XX, el dueño de La Prensa, Durand, era liberal. Esto nos permite ver que había un respeto muy grande por parte de los dueños de los periódicos por la gente que trabajaba en los medios. ¿Quiénes dirigían los medios? Clemente Palma, Jorge Guillermo Leguía. Colaboraban Mariátegui, Luis Alberto Sánchez. Todas eran personas de mucha importancia personal. Poco a poco, después del terremoto de 1974, creo yo que han vuelto a desarrollar personalidades que serán más difíciles de manipular.


Interesante el detalle que menciona que los dueños no tenían injerencia con el quehacer de los medios.
- O si la tenían, debían tratar con personas de un gran valor profesional y periodístico. Piense usted. El señor Amunátegui debía tratar con el señor José Antonio Miro Quesada, que al principio no era propietario. Su jefe de redacción era don Guillermo Carrillo, un gran periodista. Cuando Miro Quesada asume la dirección, hay que imaginar cómo sería su trato con sus ex compañeros. Hay diferencias de época. Hemos atravesado una época muy mala que aún no ha desaparecido. Aún tenemos en la profesión gente que le pagan 300 soles al mes o propinas.


Llama la atención que en la prensa popular de los cincuenta se aborde temas internacionales en portada. Un titular como Chinos como cancha en el paralelo 38 no es probable ahora.
- No hay que dejar de percibir que en primera plana también se publicaba la muerte de André Gide. Y en interior la nota era de Jean Cocteau. Eso te demuestra que la mesa de edición estaba llena de gente que leía a Gide, a Cocteau. Eran personas embebidas de la producción literaria. De eso hacían participar al público, y el público participaba.


Datos
El rey de los tabloides es la primera coedición de Planeta junto a la Universidad San Martín de Porres.
El autor trabajó con Raúl Villarán en varios medios locales y Costa Rica.
En octubre Guillermo Thorndike publicará 1878. Crimen Perfecto, quinta entrega de su serie sobre los hijos de los libertadores.
En el futuro espera poder escribir la continuación de El rey de los tabloides.

Algo más
Raúl Villarán falleció en 1977 a la edad de 49 años.

Foto de Raúl Villarán en su faceta de director de Última Hora. Cortesía de Guillermo Thorndike.

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