miércoles, septiembre 23, 2009

El regreso de La Chunga

Después de dos décadas se vuelve a montar en Lima La Chunga de Mario Vargas Llosa. Hablamos con Giovanni Ciccia responsable de esta puesta en escena.
¿Cómo surgió el proyecto de de estrenar La Chunga en Lima después de tanto tiempo?
- Pensamos que era importante montar una obra de Mario Vargas Llosa en el local que lleva su nombre, el teatro de la Biblioteca Nacional, casi como un requisito. Para mí fue un proceso largo que empezó en la búsqueda de una obra de Vargas Llosa y terminó en un enamoramiento personal con su obra La Chunga de parte mía. Es mi proyecto y va más allá del nombre del teatro. Es un interés profundo por una obra maravillosa. Más allá de hacer obras de un autor particular, nuestro interés es montar obras que nos gusten. Y en lo posible, hacer teatro peruano que se hace poco a veces.
¿Qué es lo que te llamó la atención de esta obra?
- Vargas Llosa dice que no es un drama ni una comedia, es una obra algo erótica. Es correcta esa idea. Pero hay una profundidad humana en la obra que me cautivó desde el primer momento. Sucede en Piura, región del Perú en la que tengo raíces familiares, en un ambiente muy pobre, muy machista. Para mí es la historia de varios personajes y sus deseos personales, en especial de dos mujeres y su enfrentamiento con un mundo hostil y machista. Me parece una pieza muy pertinente porque hablan de un montón de temas que aún son relevantes para nuestra sociedad. Lo que más me gusta es que es sumamente humana y emotiva. Tiene mucho humor, es muy criolla, llena de valses, boleros, cervezas, pero tiene una profundidad muy linda.
¿Cómo ideaste este montaje? ¿Revisaste material de anteriores montajes?
- Mi punto de partida es cero. Por lo general trato de no mirar versiones previas. Yo creo que cada momento y generación tiene su expresión propia. Lo bonito del teatro es que se mantiene vivo y se debe hacer siempre. Las obras no son para hacerlas una sola vez. Creo que es importante que veinticinco años después nuevas generaciones puedan ver la obra y una nueva propuesta. Yo no tengo idea de cómo fue la anterior puesta. Cuando leí la obra me imaginé a una mujer de cuarenta años muy endurecida y muy guapa y sensual, y una chiquilla de veinte, dieciocho años, muy linda. Mi primera imagen fue Mónica Sánchez y Stephanie Orúe. Mónica es una gran actriz y es una mujer madura y recontra atractiva y sensual. He tenido que afearla con maquillaje y una peluca para que no se le vea tan guapa. Y Stephanie es de las nuevas actrices de las mejores. Mi propuesta es una mujer inteligente, roble, muy fuerte y seca y rebelde respecto al machismo. He visto en los afiches que se han hecho ponen a una mujer vieja. En el Perú lo hizo Delfina Paredes, que no era tan mayor, pero era bastante más grande que Mónica. Cuando leí la obra me pareció una obra muy sensual. No quisiera que pareciera una relación maternal, sino apasionada. Mi montaje pretende ser muy erótico y muy emotivo.
¿Con Vargas Llosa se cumple el dicho que el mejor dramaturgo es el muerto porque no interfiere con la obra?
- En mi caso yo he descubierto una persona increíblemente generosa en Vargas Llosa. Yo no tenía la oportunidad de conocerlo hasta la inauguración del teatro. Me acerqué para decirle que tenía interés en montar su obra, y desde ese momento no ha dejado de tener contacto conmigo. Incluso se ha mostrado triste por no poder venir a los ensayos. Ha sido muy generoso porque me ha permitido ver sus archivos de prensa sobre La Chunga. Hemos conversado mucho sobre la obra. La verdad que el mejor autor es el autor que no se aferra a sus ideas. Vargas Llosa me dijo que si se justificaba en el montaje, podía hacer lo que quisiera. Él estaba muy interesado en el elenco. Cuando le mencioné que la protagonista sería Mónica Sánchez me escribió una carta que le reenvié a Mónica. Quedó muy contento y agradecido que sea ella.


Algo más
Se estrena en el teatro Mario Vargas Llosa de la Biblioteca Nacional el jueves primero de octubre.

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