Uno de los temas más utilizados para los espectáculos de humor en general y para el stand up comedy en particular es el sexo. Esta no es la excepción. Arteaga explora en las alrededor de dos horas de show varios lugares recurrentes como la primera vez, los atributos físicos, el desempeño íntimo. A esta altura del partido, no debería causar escándalo muchos de los tópicos abordados en Humorbo, aunque la artista juegue a ello.
Se trata de un espectáculo ameno, en el que se ameniza con un poco de música con letra acorde al tema y, en menor medida, algo de participación del público. Lo mejor de este unipersonal es la primera mitad, en la que de forma desenfadada, la actriz hace escarnio de los prejuicios y tabúes de la vida sexual de los peruanos de clase media. Clásicos del género como los traumas del colegio de monjas, las amigas hipócritas y el aburrimiento de los amantes son hilados con gracia.
Sin embargo, el espectáculo va perdiendo esa gracia inicial en la segunda mitad. En ella, Arteaga vestida según estereotipos de dominatrix de película triple X se dedica a hacer propaganda a una tienda de juguetes eróticos en gran parte de su rutina. No niego que en varias ocasiones arranca más de una sonrisa, pero el obvio canje le resta frescura a lo que empezó muy bien. De todas formas, una alternativa divertida para pasar la noche sin mucha preocupación.
Ficha técnica
Humorbo. Unipersonal de Fabiola Arteaga. En La Estación de Barranco. Próximas funciones los miércoles 16 y 23 de diciembre a las 21.30 horas. Entradas a 37 nuevos soles.
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2 comentarios:
Muy buena tu apreciación, solo discrepo en la segunda parte, porque no me pareció que solo vendía sex toys.
Sara
Es verdad que no sólo se dedica a promocionar productos de la tienda que la auspcia. Sin embargo, a mi modo de ver, lastra la frescura de su obra tanta referencia a su patrocinador. De todas formas, uno se divierte.
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