Publican libro ganador del quinto concurso de cuento de la Asociación Peruano Japonesa
“El proyecto lo comencé en plan de chongo”, confiesa Miguel Ildefonso. Al inicio se trataba de pequeños relatos que enviaba por correo electrónico a sus amigos del Perú desde El Paso, ciudad fronteriza norteamericana, donde seguía un doctorado en literatura. Estos cuentos se escribieron como crónicas, que detallaban de forma particular sus vivencias en el país del Norte. Después los juntó con otros relatos sobre hijos de migrantes en Lima bajo el título de Por partida doble. Presentó esta selección al Quinto Concurso de Cuento de la Asociación Peruano Japonesa. El jurado, integrado por Ricardo Sumalavia, Alonso Cueto y Oswaldo Reynoso, le concedió de forma unánime el primer premio.
Ahora, variándole el nombre del libro a El Paso, la editorial Estruendomudo saca a la luz la primera publicación en narrativa de Miguel Ildefonso.
Literatura al límite
El autor compara la ciudad texana de El Paso con La Molina, mientras que la analogía opera entre la cercana Ciudad Juárez y un barrio de Surquillo o La Victoria. “Son dos realidades separadas por una reja”, añade. Conocer dicho contexto lo motivó a escribir un libro en el que cualquier momento parece una pascana en el camino. “Juego con la idea de frontera. ¿Cómo puedes explicar la frontera? En el sentido geográfico y en el cultural. Estados Unidos y América Latina. Lo popular y lo culto”, afirma Ildefonso.
En El Paso apela a toda clase de referentes. Conciertos de Lou Reed o de Chacalón; remakes improbables de filmes de Robert Rodríguez junto a Víctor Humareda malbarateando sus bocetos en La Parada; el retrato de la Norteamérica pobre al lado de la instantánea del Cusco cosmopolita de los “bricheros”. Cualquier pretexto es bueno para narrar historias de amores fugaces, de desencuentros y penas sazonados de cerveza y demás.
Ildefonso indica que para este libro se ha visto marcado por muchos narradores, como Charles Bukowski, aunque puntualiza que éste no es su “autor sagrado”. Entre los peruanos admite que lo inspiró Caballos de medianoche, de Guillermo Niño de Guzmán; Sólo para fumadores, de Julio Ramón Ribeyro; y la obra de Oswaldo Reynoso. “Pero esto no es nada particular, porque todos sentimos su influencia.”
Ernesto Carlín
1 comentario:
Que bueno que algo que se hace "por chongo" tenga tales resultados. Saludos
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