lunes, agosto 14, 2006

La belleza del antiguo Perú

Lo tradicional en el país es exponer nuestro patrimonio cultural siguiendo criterios arqueológicos. Desde hace dos años, el Museo de Arte Precolombino del Cusco va contra la corriente con una propuesta donde prima lo estético antes que otras consideraciones.

Curaduría la realizó Fernando de Szyszlo y Cecilia Bákula

Museo se encuentra ubicado en antigua construcción incaica


No cabe duda que para conocer nuestro pasado incaico la mejor alternativa es visitar el Cusco. Desde sus calles de piedra y templos convertidos en iglesias, la Ciudad Imperial nos habla del esplendor del Tahuantinsuyo. Sin embargo, los oriundos de la zona y los miles de turistas que a ella arribaban no tenían hasta hace tres años la oportunidad de apreciar el resto de los 4 mil años de civilización precolombina.

Esto cambió con la inauguración del Museo de Arte Precolombino. Su director e impulsor del proyecto, Andrés Álvarez Calderón, asegura que ahora los cusqueños y además los turistas podrán empaparse sobre el variado pasado prehispánico peruano sin salir de la capital arqueológica de América.

Álvarez, también director del Museo Larco de Lima, comenta que la idea surgió a comienzos de esta década. Señala que, aprovechando la amplia colección de objetos prehispánicos de esta institución, la más extensa de carácter privado en el Perú, se organizaban muestras itinerantes para el exterior. "Lo curioso era que afuera nuestro material lo presentaban como arte y no como material arqueológico", añade.

Sólo arte
El proyecto de agrupar piezas arqueológicas según su estética fue agarrando forma en los primeros años de esta década. El Banco Continental se interesó en el tema y prestó para este plan la histórica Casa Cabrera del Cusco. La locación, una antigua construcción incaica convertida en casona colonial, no podía ser más apropiada.

Para hacer el trabajo de selección se convocó a dos personas ajenas al mundo de la arqueología y ligadas más al arte: la curadora Cecilia Bákula y el pintor Fernando de Szyszlo. Ellos tuvieron la libertad de escoger entre las 45 mil piezas de la colección Larco. Como anécdota se cuenta que no calificó ninguno de los objetos de la exposición permanente del museo limeño.

El Museo de Arte Precolombino abrió sus puertas en mayo de 2003. Desde esa fecha miles de personas, los cusqueños de forma gratuita, han paseado por sus once salas. En ellas se presentan restos de culturas tan diversas como Cupisnique o Paracas. La propuesta ha cosechado elogios fuera de nuestro país. Sus promotores aseguran que les gustaría replicar esta idea en otras ciudades del interior, pero que eso está sujeto a evaluación. Esperemos que las condiciones se den para que otros peruanos puedan disfrutar de un museo similar.

(publicado en el diario El Peruano el viernes 11 de agosto de 2006)

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