Alberto Fuguet prefirió promocionar su filme Se arrienda en el Festival Latinoamericano de Cine antes que presentar su novela Cortos en la Feria del Libro. A su paso por Lima calificó la ciudad como capital de Mac-ondo, comparó al realismo mágico con el nazismo y dio sus libros favoritos de García Márquez.
¿En qué actividad se siente más cómodo? ¿Como escritor o director?
- Ahora me estoy yendo más al cine. Es una pregunta muy difícil de hacer y no la tengo muy clara. Es como decir cómo te gustaría morir. No me gustaría morirme. Siento que el cine ahora es cien por cien diversión. Estoy cómodo filmando, quiero seguir haciéndolo. Pero también la literatura es un mundo que me ha dado mucho placer. Me gustaría combinar ambas cosas.
En sus obras recientes pareciera haber más influencia del cine que de la música, lo contrario que en sus inicios.
- Pero por otro lado, no puedes hacer cine sin la música. Se arrienda se trata sobre un músico y tuve que trabajar mucho sobre el asunto. Por ejemplo, hice la letra del tema principal. Creamos toda la banda sonora. No es que me haya alejado de la música, sino es al revés. Ahora participo de ella. Además, dentro de poco filmaré un videoclip de Javiera Mena.
¿Es el camino para un creador hoy en día probar con varios géneros como hace usted?
- No me siento un artista total, para nada. Pero sí creo que uno debe probar con varias cosas. De hecho en la vida la gente lo hace. Tú puedes ser un excelente ingeniero y también un gran jugador de videogames, o ser médico y además coleccionista de cintas gore. No me parece algo tan raro.
La diferencia es que los ejemplos que da se pueden ver como pasatiempos.
- Sí, claro. Pero yo cuando me lancé a hacer cine lo hice porque era algo que quería hacer, no porque fuera un hobby. No sabía cuál iba a ser el resultado.
Usted se crió en inglés en Estados Unidos hasta los doce años ¿Influyó en su manera de crear?
- Puede ser. Pero lo que realmente influye es que el continente ahora es así. América está muy ligada, es un híbrido. Están mezclados los idiomas, ven todos CNN, la música es en inglés, los dibujos animados son en japonés, la cultura es made in USA. El hecho que creciera en Estados Unidos fue una anécdota.
¿Es inevitable la influencia anglosajona?
- Anglosajona, y mañana va a ser nipona, y se va a mezclar con la francesa y el rap. Eso es América Latina, que es el continente que mejor capta todas estas influencias. Uno anda por Lima y se encuentra con malls de piratería. La idea de un lugar organizado para vender cosas ilegales es muy bizarra.
¿Haría ficción en inglés?
- No. Con la novela Las películas de mi vida, ambientada la mitad en Estados Unidos, cumplí en parte ese deseo. No me veo escribiendo ficción en inglés, aunque sí artículos si me los piden. Mi idioma es el español, me siento parte de su canon. Sí filmaría en inglés.
Dos escritores chilenos con notoriedad mediática son usted y Bolaño ¿Qué opina de él?
- Yo siento que no debería estar en la misma frase. Roberto Bolaño era muy superior a mí, y soy bastante fan de él. Era una persona que sólo respiraba literatura. Su mayor logro fue demostrar que se puede escribir sobre casi todo, pues era capaz de fabular sobre cualquier cosa.
¿Roberto Bolaño será el escritor a derribar como ahora se ataca a los del Boom?
- Yo creo que no. A Bolaño lo leen no por obligación, ni por causas extraliterarias. Tampoco se ha convertido en escritor de colegio. No van a querer matarlo porque ya está muerto. El problema es que querrán imitarlo. Un buen escritor permite que lo imiten mal, pero también inspira a crear. Me da la impresión que Bolaño puede más lo segundo.
¿No corre el riesgo de que, al igual que el realismo mágico, termine Bolaño reducido a una fórmula?
- Sí, eso siempre suele ocurrir. Pero en el caso de Bolaño eso no va a pasar para nada. Quienes lo están leyendo es gente que lo fue a buscar. Bolaño fue primero un escritor de debajo de la cuerda. El comienza a alcanzar la fama casi post mortem.
La literatura en los tiempos de Mc-ondo
¿Su prólogo a Mc-ondo era más la reafirmación de una corriente que un manifiesto en contra del realismo mágico?
- Totalmente. Además, no lo consideraba tan literario. Yo lo veía como un diagnóstico al estado actual de las cosas. Creo que teníamos toda la razón. Ahora, caminas por Lima y no está el realismo mágico, no es un pueblito folklórico. Sí es bizarro, pero no realismo mágico. El Perú es el país más Mc-ondo de todos. Lima es totalmente freak. En la sierra del país vas a encontrar llamas con iPod.
¿El manifiesto tampoco niega el lugar del realismo mágico en América Latina?
- Yo creo que no hay realismo mágico en América Latina, sino literatura mala. No hay ningún pueblo donde la gente vuela. Lo que más me molesta es la idea que existe un Perú o un Ecuador puro. Es una especie de nazismo, como que hay que cuidar nuestra raza. Hay que luchar por la caída de todas las identidades para crear una nueva. Uno es latinoamericano por muchos motivos más que por lo superficial.
¿La imagen pintoresca de América Latina la tiene más el Primer Mundo que nosotros mismos?
- Absolutamente. Excepto esos populistas que quiere luchar contra la globalización. Y eso lo estamos viendo con algunos presidentes, pero no quiero entrar en política.
¿Qué libro de García Márquez es su favorito?
- Me gustan mucho algunas de sus crónicas periodísticas. También la primera parte de Vivir para contarla en donde demuestra que puede escribir un libro muy personal y muy colombiano sin recurrir al realismo mágico. También me gusta Noticia de un secuestro.
(Publicado en el suplemento Variedades del viernes 18 de agosto)
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