Análisis. Filósofo Miguel Giusti reflexiona sobre la moral en el Perú actual
La violencia política fue síntoma de problemas de convivencia
No existe mucha reflexión en el Perú sobre la ética y los valores
El filósofo chalaco Miguel Giusti publicó este año Tras el consenso. Entre la utopía y la nostalgia en una editorial española. Con unos meses de retrazo el libro ha llegado a las librerías peruanas. El autor nos comenta sobre este trabajo y su visión sobre la moral actual.
¿Cuál es el objetivo del libro?
- Tras el consenso tiene como meta explicar cuáles son los debates de la ética contemporánea. En la actualidad hay dos grandes grupos de filósofos. Por un lado, los que creen que los valores se deberían buscar en las tradiciones, en el pasado, como las civilizaciones fundamentalistas. Por otro, el otro es el que mira al futuro. Los que creen que importa más cómo crear nuevos valores pues el mundo ha cambiado.
¿El Perú dónde se ubica?
- Yo creo que hay una gran confusión en el país con esas dos distinciones. Las dos están presentes. En los últimos veinte o quince años ha habido una ética de liberalización, lo que está del lado de cambiar pensando en el futuro. Pero eso no se puede hacer olvidando la cultura propia del Perú. Debemos cultivar ambas.
¿Pero no existe mucha reflexión en el país sobre ética?
- Es verdad. Yo creo que no hay mucha claridad respecto de lo que es la ética. Pero todo el mundo parece estar de acuerdo en qué es lo que está mal desde el punto de vista ético. Cuando las faltas son tan graves como la corrupción generalizada del gobierno de Fujimori es más fácil señalarlas. Lo difícil es encontrar soluciones. En el Perú hay una gran deficiencia de valores éticos.
¿Desde su perspectiva cómo se define a la corrupción?
- La corrupción es un síntoma claro del deterioro de una sociedad. Para que no exista, no basta con buenas leyes. Debe haber la voluntad de las personas de no caer en ella. Cuanto mayor sea la corrupción, mayor es su deterioro. Pero así como el desgaste ético es similar a una bola de nieve que arrasa con todo, la corrección es como un pequeño hilo que va formando un ovillo poco a poco. Hacer respetar reglas imparciales a pequeña escala tiene consecuencia positiva en el tejido de toda la sociedad.
¿Qué tan cierto es que hace unas décadas se tenía unos valores que ahora no tenemos?
- Casi naturalmente las sociedades vivían las sociedades de forma hermética. Cuando las sociedades se relacionan entre sí, las escalas de valores se relativizan. Los valores tradicionales ya no son suficientes. Es verdad que se nace en una sociedad con determinados valores, pero en el mundo globalizado actual estos ya no son suficientes.
¿Cómo conjugar la reflexión sobre valores morales y la violencia que se vivió en el Perú?
- La ética, si a algo se refiere, es en sostener cuáles son los límites de la convivencia humana, en ver cómo deberíamos convivir unos con otros. La violencia es un síntoma de que se está destruyendo la convivencia. La guerra interna fue un síntoma grave de que la sociedad peruana estaba faltando a la convivencia. La violencia es un mal terrible respecto a la ética. Uno también podría preguntarse por qué surgió, que es el sentido del informe de la Comisión de la Verdad.
¿En el Perú no hay mucha tradición de leer filosofía?
- Creo que es una lástima que no exista la costumbre de discutir filosofía. Somos culpables los profesores que no escribimos en diarios ni participamos en discusiones públicas cuando debiéramos hacerlo. Se publica relativamente poco. Lo que haría falta es una mayor repercusión y eco sobre ello.
Otro problema es que no llegan a conectar con el público.
- Ese es otra culpa de los propios filósofos. En realidad todo el tiempo tenemos en el Perú discusiones que tienen un aspecto filosóficos que va desde la corrupción hasta el matrimonio de homosexuales, la pena de muerte y la exclusión. Son temas que le preocupan a la gente y no son abordados con claridad, son ideales para los filósofos.
Alumno de Habermas
Miguel Giusti ha seguido varios cursos de postgrado en Alemania. En uno de ellos tuvo como profesor al célebre pensador germano Jurgen Habermas. Recuerda el filósofo peruano que, a pesar de lo denso de los textos de su maestro, las clases de éste son muy didácticas. “En alemán se le entiende mejor”, añade.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario