lunes, diciembre 24, 2007

Un paseo entre monstruos


Bomarzo, un pequeño pueblo a unas cuantas horas de Roma, se precia de poseer el parque temático más antiguo del mundo. Su caprichosa arquitectura ha inspirado la imaginación de artistas de diferentes latitudes. Sin embargo, esta joya del renacimiento permanece oculta a las mareas de turistas que inundan Italia.





Si uno se dejara guiar por lo que dice la Guía Michelín, el más conocido manual para viajeros sin mucho presupuesto, el pueblo de Bomarzo no es un destino muy apetecible que digamos. En la página dedicada a él no se ven las estrellas que sí reciben otros lugares de Europa. Pero para los amantes de la literatura latinoamericana esta localidad posee un atractivo especial: en ella se ambientó la exquisita novela histórica que lleva su nombre y que es autoría del argentino Manuel Mujica Laínez.
Parco del Mostri (el Parque de los Monstruos), su principal atracción, no figura entre las prioridades de las compañías de turismo. Sin embargo, es imposible de ignorar el lugar por el casi medio milenio de existencia que tienen las deformes esculturas que lo adornan.
Pero no sólo desanima injustamente de visitar esta zona de la campiña italiana la Guía Michelín. El principal problema para que el turista corriente se anime a visitarla es el transporte. Desde Roma es necesario tomar un tren y dos buses en horarios no muy comerciales. No obstante, bien visto estas dificultades y el secretismo que rodean a Bomarzo son parte de su encanto.
Lo que llama la atención de hacer la complicada ruta a Bomarzo es cómo van desapareciendo los turistas conforme se está más cerca del destino. El día que visité el pueblo los únicos extranjeros en el último bus éramos una pareja de japoneses y yo. Dicho sea de paso, ellos también iban al Parque de los Monstruos por motivos literarios. Un escritor de su país – cuyo nombre apunté en un papel suelto que perdí – también se había inspirado en el sitio.
Picnic entre pesadillas
La villa de las maravillas, como también es conocida, es casi un coto cerrado para el esparcimiento de los lugareños. No existe señalización que ayude a ir del pueblito medieval de Bomarzo a ese parque delirante creado a mediados del XVI por el deseo de Pier Francesco Orsini, condotieri y señor del lugar. Por suerte, el italiano es amable con el visitante.
Después de una caminata de diez minutos se llega al famoso Parque de los Monstruos, promocionado en ocasiones como el primer parque temático del mundo. Surgido al calor del renacimiento, en él se aprecian varias estatuas de seres fantásticos o mitológicos. Allí están sirenas, gigantes y otros personajes de la imaginería renacentista confundidos con exóticos elefantes y tortugas.
En medio de este panorama, creado – especulo – para causar temor, los bomarzinos de hoy utilizan el parque para pasar un día de campo en familia. Alguno hay que hasta hace alguna burla al cuerpo de una deforme sirena mientras un turista – peruano o japonés – toma la foto respectiva.

Belleza italiana
Si hemos de creerle a Manuel Mujica Laínez, el Parque de los Monstruos fue creado por el señor del lugar, el "contrahecho, cínico e intrigante" Pier Francesco Orsini, para compensar su deforme figura. El condotieri Orsini, un jorobado noble italiano renacentista, dedicó algunas hectáreas de sus dominios para tal fin. Otra teoría que se maneja es que él decidió a hacer este complejo este peculiar complejo a la muerte de su amada esposa Giulia Farnese.


Datos
Inspirado en Bomarzo el argentino Manuel Mujica Laínez escribió una novela.
Años después, Alberto Ginastera compuso una ópera
Michelangelo Antonioni filmó en el lugar un cortometraje en los años cuarenta
En 1552 fue inaugurado el Parque de los Monstruos como Villa de las Maravillas
El lugar estuvo abandonado hasta que en 1954 un nuevo dueño lo recuperó para el entretenimiento de los lugareños

Cifra
1605 personas viven en Bomarzo según el último censo italiano
(Fotos: Este pechito)

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