lunes, septiembre 29, 2008

“Entendido, papa Charlie”


Felipe (Óscar López Arias) y Sixto (Renzo Schuller) son amigos desde niños. Pero su mundo cambiará dramáticamente luego de una incursión senderista en su pueblo natal de la sierra. A partir de allí, ambos seguirán caminos diferentes. Felipe es adoptado por un militar, mientras que Sixto lo será por un líder terrorista, imitando después cada uno el modelo de su nuevo padre. Años después de su separación, se vuelven a ver pero como enemigos.


Un rasgo que distingue a este filme de la mayoría de cintas sobre la violencia política es el tomar decidido partido por uno de los protagonistas del conflicto interno, el Ejército Peruano. Sin embargo, esto no significa que sea una película que – salvo por sus últimos minutos – caiga en un maniqueísmo demasiado evidente.


Entre lo mejor que presenta están las escenas de acción de un acabado muy verista. Otro pilar de la cinta son las interpretaciones de los papeles principales, entre las que destaca la de López Arias encarnando a un joven oficial. Pero el buen desempeño de los actores protagonistas no oculta ciertas debilidades del guión y de varios secundarios.


La parte menos lograda del filme corresponde a un largo juicio casi al final ambientado en el año 2003. La principal dificultad de dicha parte es lo expositivo que son los parlamentos y lo forzadamente parcializados. Momentos más tarde se hace más patente lo floja de estas escenas cuando unos enigmáticos dibujos que viajan de mano en mano expresen mejor el mensaje de “no bajar la guardia”.


Imperdible la escena del camarada Teodoro – padre adoptivo de Schuller – cantando La flor de Retama.

Ficha técnica
Vidas paralelas
Dirigida por Roció Lladó
Actúan Óscar López Arias, Renzo Schuller, Jimena Lindo, Fernando Vásquez, Paul Ramírez y otros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, con todo es muy buena peli.Vigil

Tanque de Casma dijo...

Sí, Vigil. Es una cinta que tiene varios aciertos. Pero me parec euq ese cae un poco con la escena del juicio. De todas maneras, merece ir a verla, más allá de estar de acuerdo con su propuesta ideológica.
Un abrazo