Estamos en Nueva York a fines de los ochenta. Bobby Green (Joaquin Phoenix) administra una popular discoteca y se dedica a la vida disipada. Su padre y hermano (Robert Duvall y Mark Wahlberg) – ambos policías – lo ven como la oveja negra de la familia. Sin embargo, ven en los contactos de Bobby la posibilidad de averiguar sobre la escurridiza mafia rusa. El protagonista tendrá que decidir entre serle fiel a los lazos de sangre o continuar siendo indiferente a la lucha entre el crimen y la ley.
La película tiene un buen comienzo. A pesar de detalles secundarios – la banda sonora no corresponde a la época, por ejemplo – nos introduce de lleno en el juego de lealtades y vocaciones que debe sortear Bobby Green. Alguna crítica ha visto en la cinta una suerte de El padrino pero a la inversa, con un “Michael” que va del lado oscuro al redil de los buenos, y no le falta razón. Sin embargo, al poco de decantarse el protagonista por unirse a los esfuerzos de su padre y hermano el guión decae ostensiblemente.
Lo que apuntaba a una apuesta interesante, va decayendo a lo convencional. Incluso, por momentos, se vuelve inverosímil, como cuando un bisoño “policía honorario” da las órdenes para capturar a los malos de ocasión. Una que otra escena se salva en el último tramo, como una lograda persecución en medio de la lluvia y de los puentes neoyorquinos. Pero lo flojo de la historia hace que ni la buena actuación de Phoenix salve la cinta de la medianía.
Ficha técnica
Dueños de la noche
Dirige James Gray
Actúan Joaquin Phoenix, Eva Mendes, Mark Wahlberg, Robert Duvall, Alex Veadov y otros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario