Dos amigos (César Ritter y Eduardo Camino), directores jóvenes de teatro, se encuentran de forma casual una noche. Ambos acaban de terminar con sus respectivas parejas y están experimentando la soledad. Uno es un donjuán a su pesar, el otro no logra superar la ruptura. Conversando, se plantean la idea de hacer una obra de teatro con las anécdotas de su nueva soltería, obra que descubrimos luego es la que vemos en escena.
En este montaje es evidente la influencia de la estética del videoclip, sobre todo por la narración fragmentada y el uso de canciones de rock como recurso expresivo. Otra referencia son esas discusiones en apariencia triviales de series como Seinfeild o películas de Tarantino. El título de esta columna surge de uno de esos diálogos.
La escenografía minimalista y de blanco preponderante es un acierto. Refuerza la idea de una creación en proceso. En líneas generales son buenas las actuaciones. No obstante, destaca Lizet Chávez por su versatilidad en los papeles secundarios.
El juego entre diferentes niveles de realidad - ¿en qué momento los personajes representan una obra dentro de la obra? ¿en qué momento sólo conversan? – es inteligentemente puesto en escena. Sin embargo, la pieza se prolonga algo más de lo recomendable desgastando este recurso.
Ficha técnica
No pasa nada
Autor y director: Jorge Castro
Actúan Cesar Ritter, Eduardo Camino, Erika Villalobos, Miguel Iza, Lizet Chávez y otros.
De jueves a lunes a las 20.00 horas en el Centro Cultural de la Universidad Católica (avenida Camino Real 1075, San Isidro). Entradas desde 25 nuevos soles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario