domingo, noviembre 23, 2008

La noche de los pichones*



Cuatro amigos de diferentes edades y profesiones se reúnen una noche todos los meses para beber pisco, hablar de mujeres y timbear hasta el amanecer. Pero la placentera rutina de estas citas mensuales se verá trastocada por la aparición de una mujer desnuda.
Se trata de una cinta en apariencia muy diferente a las últimas entregas de Francisco Lombardi que abordaban temas políticos. Digo en apariencia, porque el eje del filme es la crítica a un mal de la sociedad peruana que es el machismo. Los cuatro protagonistas son hombres que no logran relacionarse con el sexo opuesto de una manera sana.
El cabecilla de la mancha, el Capitán Burdeles (Gustavo Bueno) representa desde el nombre a quienes ven en ellas sólo un trozo de carne. De antología su descripción de los tipos de senos femeninos. El Doctore (Gonzalo Torres) es lo contrario, el que idealiza hasta la deshumanización a la pareja. Los otros dos amigos no se quedan atrás, porque mientras uno, el Negro (Haysen Percovich), muestra un frío pragmatismo en su trato con las damas; el otro, Coraza (José Miguel Arbulú), es silencioso devoto de los más bizarros fetichismos.
Esta es la cinta que más me ha gustado de Lombardi debido la riqueza simbólica que ha sabido darle a una historia engañosamente simple. Esto se nota desde los primeros planos de muñecas usadas como muñecas al inicio de la cinta. Un baluarte del filme es el sólido guión de Johanna Lombardi, aunque hay una ligera incongruencia cuando abandona el Doctore abandona por un momento a sus amigos a media historia.
Aunque todas las actuaciones son buenas y parejas, el poco conocido Arbulú es una grata revelación en su papel de fetichista.
Ficha técnica
Un cuerpo desnudo
Dirige Francisco J. Lombardi
Actúan Gustavo Bueno, Gonzalo Torres, Haysen Percovich, José Miguel Arbulú y
Carla Vallenas.

*Este artículo fue publicado en el diario El Peruano. El título que sugerí era "¿Qué te pasa, Pichón?", una de las frases que pronuncia Bueno a lo largo de la película, pero al final lo cambiaron por uno que no recuerdo. No puse el que encabeza este post porque, a pesar de o tal vez debido a su polisemia, podía sonar procaz para un diario. Pero como este blog sólo lo leemos tú y yo, allí está.

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