martes, julio 28, 2009

Somos marionetas que nos queremos


Mama Cora (Delfina Paredes) es una viuda que ha criado sola a sus cuatro hijos. Pero ahora, con sus retoños ya adultos y con familia, es más una carga que una ayuda para su entorno. La situación entra en crisis un domingo en el que desaparece dejando en ascuas a toda su prole. Con esta sencilla excusa ambientada en Montevideo de los años sesenta, se hace un fresco de las miserias e hipocresías de una familia de clase media baja.
La decoración y el vestuario realista , sumado a la música de Los Iracundos, recalcan el afán de dar un retrato de época. Aunque las primeras escenas de este montaje no lleguen a atrapar del todo, conforme avanza la pieza, el humor negro del autor y las buenas actuaciones terminan capturando al espectador. Impagable ver a Ricardo Velásquez haciendo de Jorge, el menos afortunado de los hermanos asegurar lamentándose “No, no me estoy quejando, soy feliz”, o a Mario Velásquez, que hace de Antonio, el triunfador de la familia, afirmar que no visita a su hermana porque no soporta verla pasar hambre. Pero quien roba la atención es Norma Martínez, quien da vida a la arribista y fingida esposa de Antonio. Su actual performance confirma el nervio que le pone a cada papel. En el otro extremo está Jimena Lindo, quien no le da matices a su interpretación de la joven y desesperada esposa de Jorge.

Ficha técnica
Esperando la carroza de Jacobo Langsner
Dirige Alberto Isola
Actúan Delfina Paredes, Mario Velásquez, Jimena Lindo, Ana Cecilia Nateri, Bruno Odar, Norma Martínez, Magali Bolívar, Ricardo Velásquez, Lilly Urbina, Anneliese Fiedler
En el teatro La Plaza Isil de Larcomar de jueves a martes a las 20.00, salvo domingos a las 19.00 horas. Entrada general 45 nuevos soles. Lunes y martes populares.

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