sábado, agosto 15, 2009

Perdiendo la brújula


Bill (Dylan Hutton) era el “lorna” del colegio y ahora, ya un adulto de base cuatro, es conserje nocturno en un edificio de oficinas. Sigue manteniendo sus problemas para sociabilizar. Gary (Timothy Hutton) trabaja en uno de los despachos que limpia Bill. No se han visto desde que acabaron la escuela hasta que se cruzan una noche. El matrimonio de Gary con Karen (Sharon Stone) está atravesando dificultades. Otro personaje no muy contento con su existencia es Travis (Pruitt Taylor Vince), confidente de Gary desde el colegio que no supera emocionalmente un accidente.
La cinta, como otras que retratan descarnadamente a la clase media estadounidense, se presenta como una suerte de crítica al sueño americano. Cuatro personas comunes y corrientes, que ya hace tiempo han dejado la juventud y sus sueños, están atrapadas en rutinas que los asfixian. Cada uno expresa su angustia a su manera. Karen roba en tiendas mientras su marido toma pastillas para dormir y trabaja hasta más allá de lo pedido, por poner un par de ejemplos.
Aunque el filme logra algunos ambientes interesantes, no se llega a sostener la tensión en todo el metraje. El personaje de Bill cae por momentos en el estereotipo, mientras que el de Travis no está muy desarrollado. Pero esos detalles podrían obviarse si no fuera que el final pareciera improvisado y casi sacado de la manga. No se trata de una gran película pero vale la pena como otra visión de la idílica Norteamérica que nos venden otras cintas.
Ficha técnica
Vidas sin control (When a man falls)
Dirección y guión de Ryan EslingerActúan Dylan Hutton, Timothy Hutton, Sharon Stone y Pruitt Taylor Vince

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