lunes, agosto 24, 2009

Quisiera ser gangster


La película narra las últimas correrías del ladrón de bancos de los años 30 John Dillinger (Johnny Depp) desde que se escapa por penúltima vez de la cárcel hasta que muere abaleado a la salida de un cine en Chicago. Como en otras cintas similares, vemos el ocaso de un forajido idealizado que se resiste a adaptarse a los cambios.
Hace relativamente poco vimos una adaptación de la muerte de Jesse James. Pero en esta ocasión, no es el Viejo Oeste el que va cambiando, sino la delincuencia del siglo XX. Los valores de un asaltabancos que devuelve el dinero de los clientes y se preocupa por si un compañero cae ya no son relevantes en un mundo en el que el hampa y la policía muestran igual escasez de escrúpulos y gusto por las mejoras tecnológicas.
La cinta no tiene una fuerte historia detrás, salvo un esbozo de romance que se queda a medio camino. Más bien, lo que mejor presenta en sus más de dos horas son escenas estilizadas de gangster a la antigua abatidos por la policía o cometiendo su última fechoría. Es funcional para ello la alta definición de la textura de las imágenes.
Como lo han anotado varios críticos antes, como Ricardo Bedoya, gran parte de la historia se sintetiza en esos momentos previos al final en que el protagonista lagrimea emocionado en el cine viendo en la pantalla grande a un glamoroso “colega” yendo altivo hacia su fin. Saber que momentos después será abatido por una vulgar delación le da cierto toque trágico y patético al personaje.

Ficha técnica
Enemigos públicos dirigida por Michael Mann
Actúan Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard y Channing Tatum, entre otros.

No hay comentarios.: