Estamos a pocos días de saber si La teta asustada de Claudia Llosa, primera película peruana en competir por el Oscar, se hace acreedora a la deseada estatuilla. El simple hecho de estar entre las finalistas a mejor película en lengua extranjera ya ha sido razón suficiente para que el público nacional viva como propia la carrera de “su candidata”. Pero el mayoritario deseo por escuchar el nombre de este filme luego del tradicional “and the winner is” se enfrenta con un problema: Los peruanos aún no tenemos la oportunidad de ver en nuestras salas las películas, digámoslo así, “rivales”.
Y este panorama parece que se va a prolongar. Salvo una de las películas, la argentina El secreto de sus ojos de Juan José Campanella, no se ha anunciado ni rumoreado el estreno de las demás cintas en los cines locales para este año. En ningún modo, antes de la ceremonia de los premios de la Academia. Lo cierto es que si los aficionados al sétimo arte quieren estar al día y saber contra qué se enfrenta nuestro crédito nacional, tendría que recurrir a una copia pirata o viajar para ver lo que acá no llega por la vía legal. Esto es de lamentar. Esperemos que el interés despertado por la competencia de La teta asustada en los Oscar sirva para que las distribuidoras, además de traer lo más convencional de Hollywood que a veces acapara nuestra cartelera, también se animen por un cine diferente. No queremos que se repita una experiencia como la de Juno, interesante cinta de 2007 que ganó el Oscar a mejor guión y que llegó al Perú – último país en el que se estrenó – ocho meses después de ganar la estatuilla.
* Columna publicada hace unos días en El Peruano antes de saber sobre posible estreno de La cinta blanca. Igual, si queremos saber contra qué compite nuestra película, habrá que esperar o comprar pirata.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario