Una familia de Barrios Altos se alista a celebrar el cumpleaños del Tata (Ismael Contreras), el anciano y palomilla patriarca de la familia. Entre los preparativos, van aflorando los recuerdos y los conflictos entre sus miembros. La nieta Dayana, atrapada entre sus deseos de reunirse con su madre, quien vive en Miami, o permanecer con sus abuelos en Lima, el hijo Benito, quien no se siente identificado con su padre, entre otros problemas aparecen sazonados con valses, polkas y marineras.
Haciendo un balance de Jarana se nota que son mayores sus aciertos que sus defectos. Entre estos últimos dos son los principales. El primero es el abuso, en momentos específicos, del usar canciones criollas para dar cuenta de la historia. Este recurso, aunque es eficientemente empleado en la mayor parte de la obra, en un par de ocasiones resta ritmo al desarrollo dramático y distrae. El segundo problema es que personajes como la nieta Wendy son apenas esbozados y dejan demasiados cabos sueltos.
En oposición tenemos una pieza ágil, con un sugerente contrapunto entre actuaciones y números musicales. El trabajo corporal del protagonista es sobresaliente. A Contreras le basta con cambiar de postura para que veamos en él a un anciano agonizante, un abuelo palangana o un joven pendenciero. Otro punto a resaltar es la escenografía, inspirada en un cuadro de Enrique Polanco, y que da un aire entre recuerdo y sueño acorde con la propuesta de la obra. En la parte musical se ha elegido bien a los intérpretes, siendo notable la cantante Lucy Avilés.
Haciendo un balance de Jarana se nota que son mayores sus aciertos que sus defectos. Entre estos últimos dos son los principales. El primero es el abuso, en momentos específicos, del usar canciones criollas para dar cuenta de la historia. Este recurso, aunque es eficientemente empleado en la mayor parte de la obra, en un par de ocasiones resta ritmo al desarrollo dramático y distrae. El segundo problema es que personajes como la nieta Wendy son apenas esbozados y dejan demasiados cabos sueltos.
En oposición tenemos una pieza ágil, con un sugerente contrapunto entre actuaciones y números musicales. El trabajo corporal del protagonista es sobresaliente. A Contreras le basta con cambiar de postura para que veamos en él a un anciano agonizante, un abuelo palangana o un joven pendenciero. Otro punto a resaltar es la escenografía, inspirada en un cuadro de Enrique Polanco, y que da un aire entre recuerdo y sueño acorde con la propuesta de la obra. En la parte musical se ha elegido bien a los intérpretes, siendo notable la cantante Lucy Avilés.
Ficha técnica
Jarana de Nicolás Yerovi
Dirige Carlos Tolentino
Actúan Ismael Contreras, Haydée Cáceres, Óscar Carrillo, Ebelin Ortiz, Paco Varela y Danna Ben Haim, entre otros.
Elenco musical: Willy Terry, Lucy Avilés y Eduardo Abán "Papeo", entre otros.
En el Teatro Británico (jirón Bellavista 527/Malecón Balta 740, Miraflores) de jueves a lunes a las 20.00 horas. Entrada general 30 nuevos soles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario