jueves, julio 01, 2010

El futuro ya está aquí



(Quito) En el 2008 vino al Perú la ecuatoriana Gabriela Alemán para participar en la feria del Libro de Lima. Ella será parte de la delegación de su país, invitado de honor de la feria del Libro que se inicia el 22 de julio. Previo a su viaje, conversamos con la escritora en la bohemia plaza Foch de Quito.


Varias de sus obras son de ciencia ficción, género no habitual en la literatura de su país. ¿Cómo se interesó en él?


- Por las lecturas. Algo que considero que es una ventaja es que en el Ecuador no hay ese peso de las figuras fuertísimas, como en el Perú con Vargas Llosa o Ribeyro, o en Colombia con García Márquez y compañía, eso da la posibilidad de abrirte a otras tradiciones con mucha más facilidad. A mí siempre desde pequeña me interesó la ciencia ficción. Uno de mis artistas favoritos era H.G. Wells. Me volvió loca descubrir que escribiera una noveleta situada en Ecuador. A partir de allí me comenzó a gustar más. Descubrí a Philp K. Dick, Octavia Butler, y muchos más.


¿Cómo conjugar ciencia ficción con la realidad de nuestros países?


- Me parece que la ciencia ficción es una forma de entender a América Latina, porque en espacios cortos de tiempo hay unos cambios de siglos. Tú estás en Quito, una ciudad en las que puede haber edificios inteligentes, pero a una hora y media en Mindo ya no hay carreteras. Si tú miras lo que está pasando con la ciencia ficción del primer mundo, las descripciones que hacen del futuro es el presente de América Latina. Octavia Butler se imagina ciudades cercadas para mantener afuera lo bárbaro, y lo bárbaro es lo presente.


Rodrigo Fresán describió a H.G. Wells como el único escritor de ciencia ficción del siglo XIX vigente, porque ninguna de sus previsiones se ha cumplido. ¿Comparte esa afirmación?


- No podría del todo, porque ese libro que te mencioné, El país de los ciegos, es la mejor descripción que conozco de Ecuador: un país que tiene todo pero no puede ver más allá de sus narices. No me lo he pensado como lo ha hecho Fresán, pero sí es un autor muy actual. ¿Cuántas veces se han hecho representaciones de La guerra de los mundos? Allí está la imaginación del mundo metiendo sus peores temores en la figura de un marciano.


¿Salir de la corriente principal de la literatura ecuatoriana dificultó la difusión de su obra?


- No creo que el género lo que lo haga difícil, sino cómo funciona la distribución de libros en Ecuador. No creo que sea muy distinto que la que se da en Perú o Colombia, pero de forma más pequeña. Pero falta muchísimo. El gran paso que falta ahora es el de editores.


En el libro que presentará en Lima, Álbum de familia, abandona la ciencia ficción para hacer cuentos de humor inspirados en hechos reales. ¿Qué le motivó a este cambio?


- Primero, que me encanta escribir cuentos y me hacía falta hacerlo. Ya tenía escritas dos novelas, y me ganó la idea del álbum de fotos. Últimamente he estado recogiendo las fotos de la familia, porque ya nadie las guarda. En esas imágenes había personas de las que nadie quería hablar. De pronto te enterabas que era alguien que se fugo y etcétera. Surgió la necesidad de hablar de las familias, pero no de la mía en especial, sino en el país. Es una forma de acercamiento al tema de la identidad. Saber la historia marginal ayuda a no creer en las esencias ni a pensarnos como un solo ente.

No hay comentarios.: