Cuenta Paredes que cuando era una niña de cinco años vio su primera película. La impresión fue tal que al día siguiente se comportaba como si la estuvieran filmando. Señala que de esa experiencia comenzó a gustarle el bichito de
La
Otro dato que nos da Delfina Paredes de la importancia del cine en su carrera es sobre el impulso que tuvo para recitar a César Vallejo, una de sus facetas más reconocidas. Según cuenta, en la década de 1960 vio el documental francés Morir en Madrid de Frédéric Rossif, en la que narra episodios de
La impresión fue inmensa. Al llegar a su hogar, dándole vueltas al tema que acababa de ver y pensando en cómo transmitir esas sensaciones a los demás, recordó el poemario España, aparta de mí este cáliz. El resto, ya es historia conocida.
En filmación
El público más joven recuerda a Paredes por papeles en cintas de los últimos veinte años. Pero ella ya tuvo su paso por la gran pantalla en la década de 1970 con dos cintas de corte social.
Recuerda con ternura, por ejemplo, Kuntur Wachana, en la que se abordaba el tema de la reforma agraria en una provincia de su natal Cusco. Como anécdota, menciona que la mayoría de los que participaban eran pobladores de la zona que años antes estuvieron presos por tomas de tierra y hechos similares.
Sin embargo, el papel que con más cariño tiene presente fue el que le dio Francisco Lombardi en 1992 para
Delfina Paredes señala que aunque actuar en el cine o en el teatro es distinto, ciertos detalles no cambian. Por ejemplo, lo principal para ella es
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