El salvadoreño Gerardo Muyshondt y el colombiano
Uno de sus directores, Muyshondt, menciona que la idea que empujó este proyecto fue reivindicar la forma de ser salvadoreña. Comenta que el aficionado de su país ha sido muy injusto con ese equipo. "Olvidan cinco años buenos por 90 minutos malos".
El cineasta, quien se dedica profesionalmente a la publicidad, indica que en una ocasión se le solicitó hacer una campaña que levantara el orgullo de ser salvadoreño. Al abordar el proyecto se dio cuenta que lo que une a la gente de su país no son los campeones mundiales o artistas famosos que no los tienen, sino el coraje y tenacidad. "Nos crecemos ante la adversidad", señala. Y una muestra de ello considera que se puede ver en su documental.
Refiere también que esta cinta ha servido para reconciliar a estos jugadores - a los que fue muy duro retomar sus carreras deportivas - con los hinchas locales. En especial con Ricardo Guevara Mora, el arquero, quien tuvo que dejar su país ante el resentimiento que suscitó ese mal partido.
Los años 80 eran épocas violentas en El Salvador por los enfrentamientos de la guerrilla y el ejército. En medio de esta situación, la selección lograba calmar los ánimos. Pero luego de la mala performance en el mundial, la admiración del público se tornó en bronca. Tanto así que el vehículo del guardameta fue acribillado y le rompían continuamente los vidrios de la casa de su madre. "Ahora la mayoría recordamos el resultado de ese partido en son de broma", indica Muyshondt.
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