Se trata de una efectiva película que sigue los lineamientos del llamado cine negro. Se describe un ambiente sórdido, en el que los personajes se manejan bajo ambiguas reglas éticas. Carancho, el título, es el nombre de un ave rapaz que es usado en Argentina para un tipo de abogado corrupto. Pero más allá de la coincidencia con el oficio de Sosa, ese apelativo hace juego con la cruel realidad retratada. Los protagonistas no son exactamente unos modelos a seguir y no las tienen todas consigo. La presentación de Sosa, recibiendo una paliza en las primeras imágenes, es un ejemplo de ello.
Es un guión mucho más redondo que Leonera, anterior cinta de este director que ganara el Festival de Lima hace unos años. Los personajes van cayendo en una espiral de enredos y violencia de la que, a pesar de pequeñas victorias, les es cada vez más difícil huir. Un acierto es el uso de primeros planos de rostros o detalles en los que lo importante queda sugerido en el fuera de foco. Una de las cintas más destacables que hemos visto en este festival. Una escena para recordar es ese beso con los labios ensangrentados que se da la pareja protagonista.
Ficha técnica
Carancho de Pablo Trapero (Argentina)
Actúan Ricardo Darín, Martina Gusmán, Marcos Weber, José Luis Arias.
(Publicado en El Peruano en agosto durante el Festival de Lima)
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