domingo, noviembre 28, 2010

Postales de viaje

El escritor y periodista Enrique Planas acaba de publicar la novela Otros lugares de interés (Alfaguara). Conversamos con él sobre este libro.
¿Cómo surgió la idea de jugar en este libro con el concepto de guía de viajes?
- Siento que esta novela es una suma de procesos fallidos. Cuando tenía 25 años viajé con un amigo en bus a Argentina. Cinco días escuchando los mismos caset y videos. Yo dije: “alguna vez tendré que escribir sobre esto”. Pero también alguna vez quise escribir muchas cosas. Sobre la muñeca de Hans Bellmer, un viaje a Buenos Aires con mi pareja, etc. Todos esos “También quise” que no articularon nunca en una novela, pero sí sumados pueden dar una especie de paisaje, fue lo que me empujó este libro.
En su novela muestra que lo más interesante de un viaje no es siempre el sitio que se promociona.
- Claro. Lo más interesante es lo que llevamos adentro. El destino es siempre una decepción. Por más producido que sea y construido que pueda mostrarse. Nunca alcanza lo que imaginamos de él.
¿Cómo llegó a la muñeca de Bellmer?
- La primera vez que tuve contacto con su obra fue gracias a una invitación a París, vi en el Museo Pompidou la muñeca en la sala de arte surrealista. Me fascinó. Me gasté dos rollos de película de esa época, tomándole a los detalles. Con las fotos reveladas me armé un gran rompecabezas. Y de allí la muñeca se volvió en un “algún día escribiré…”. Pero descubrí que no había casi nada de bibliografía sobre Bellmer aquí. Pensando en eso, me llegó otra invitación para París, justo cuando se realizaba una retrospectiva de él. Un montón de coincidencias. Al final uno siente que toda la realidad estuvo para ayudarte.
¿Cómo es su relación entre su oficio de periodista y la vocación por escribir?
- Son trabajos muy distintos. Desde el momento en que la invención define a uno, y el rigor informativo al otro. Tampoco puedo decir que uno es el refugio del otro, porque aparte que suena huachafísimo, es imposible. Después de escribir en un diario llegas muy cansado para evadirte escribiendo en la noche. Más bien es una permanente pelea de robarle tiempo a la escritura. Te aliena mucho la prensa. Lo que te ayuda mucho es que el periodismo te hace vivir otras vidas. La prensa nos llena de titulares que para un escritor no son más que finales de historias.

“Nadie inventa nada. Uno va sumando, dejando que la sopa vaya cociendo todas las historias que lleva dentro. No se nota, porque ha pasado mucho tiempo de dejarlas asentar para que formen parte de lo mismo. Como es en la vida”


(Foto: Kike Planas en Quito)

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