jueves, noviembre 11, 2010

Sobre las olas

El Perú, qué duda cabe, es una potencia en el deporte de la tabla. Pero, ¿cómo llegó a serlo? ¿Cómo esta práctica nacida en Hawai llegó a nuestras costas? Eso trata de desentrañar Huellas en el mar, libro que acaba de publicar el conocido surfista Magoo de la Rosa.

El deportista nos cuenta que el proyecto de esta publicación lo perseguía desde hacía muchos años. Vio varios intentos de otras personas de abordar el tema, pero le parecía que les faltaba algo. Hasta que, hace unos tres años, decidió lanzarse él mismo al agua.

La Rosa descubrió que no era fácil la tarea que se había impuesto. Rastrear anécdotas, hechos, testimonios de los años de introducción de la tabla en el Perú le demandó tiempo y dedicación.

Por suerte, gracias a los contactos que forjó en su tiempo de tablista en activo, tuvo acceso a personas con valiosa información.

En el mar

La memoria de hechos que los tablistas veinteañeros –e incluso mayores– desconocen corrían el riesgo de perderse. Como por ejemplo, cómo llegaron los corredores de tabla a las playas del sur en la década de los 50.

En un capítulo, La Rosa cuenta que fue gracias a un piloto estadounidense Hal McNichols, asiduo concurrente a las costas miraflorinas, que surgió la necesidad de buscar las olas de Punta Hermosa. ¿La razón? Descubrió su perfección en un vuelo rutinario.

Otras playas como Punta Rocas, Chicama, Bermejo, también desfilan por sus páginas junto con linajes dedicados al deporte del mar como los Barreda o los Rey. Incluso le separa un espacio a contar un poco sobre esa forma originaria del Perú de surcar el mar: los caballitos de totora.

Su intención, asegura Magoo de la Rosa, es servir de nexo entre diversas generaciones y mantener viva la tradición de su deporte.

Un atractivo importante de este libro son las impresionantes imágenes que se presentan, muchas en calidad de primicia.

Fotografías pertenecientes a archivos familiares que muestran, no solo las primeras excursiones de surfistas en el mar peruano, sino el antiguo rostro de nuestra ribera. La Costa Verde antes que llegara a Chorrillos, la Herradura de los cincuenta o la deshabitada Punta Hermosa son algunas de las postales que dan forma a tantos recuerdos marinos.

1 comentario:

F dijo...

Postea algunas fotos si puedes...