La cinta se plantea como reflexión sobre los extremos que se deben llegar para enfrentarse al mal. El personaje de Jackson, un experto en torturas, es sádico, se pretende cínico aunque vive convencido de actuar por un bien superior. Su eventual compañera sólo comparte con él esta última característica y ser del mismo bando. Ella intenta actuar de acuerdo a las reglas, aunque se deje ganar por la emoción. En la otra orilla, el terrorista aprovecha para jugar con ellos.
Cabe señalar que los personajes de Jackson y Michael Sheen son los que más consistencia tienen. El resto, incluido la de la coprotagonista Carrie Ann Moss, son huecos y sin conflicto. Otro punto en contra es lo poco trabajada de la trama, en la que todo es excusa para una explosión de la violencia más sanguinolenta.
La película está dentro de esa corriente de obras post 11 de setiembre en la que el recelo a lo musulmán y el miedo a un nuevo megaatentado se cruzan. No son gratuitas las constantes imágenes en las que el terrorista luce como los prisioneros de la tristemente célebre cárcel de Abu Grhaib.
El filme es ideológicamente repulsivo por su inclinación a presentar a quienes defienden los métodos legales en la lucha contra el terrorismo como pusilánimes, mientras que se esmera en justificar la tortura y la violencia. “¿Cuántas vidas han salvado los valores?” se pregunta el torturador en un momento. Por el inesperado final, la respuesta que nos quieren obligar a dar es cero.
Ficha técnica
El día del juicio final (Unthinkable)
Dirige Gregor Jordan
Actúan Carrie-Ane Moss, Michael Sheen, Samuel L. Jackson, Martin Donovan, Brandon Routh
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