martes, mayo 03, 2011

Mentir con faldas

Un par de amigos jóvenes de buena posición están enamorados de dos vecinas. Ellas viven al cuidado de un estricto tutor que no les da chance para sus flirteos. Luego de un par de malentendidos, un tercer galifardo (Pablo Saldarriaga) acepta hacerse pasar como la tía de uno de ellos para facilitar los romances. Pero los problemas no hacen más que empezar cuando la supuesta tía empieza a romper corazones.


Una trama típica de las comedias de enredos con momentos logrados. La llegada de la verdadera tía – con una magnífica Wendy Ramos – es un ejemplo de ello. La puesta en escena ha buscado acentuar el ambiente de farsa. La decoración y vestuario responden a esta lógica, por ejemplo ese cruce de falda con enagua que utilizan las muchachas.


Las actuaciones siguen con esta estrategia, cayendo en ocasiones en el disfuerzo en algunos personajes secundarios. Caídas, muecas, golpes, todo vale para provocar la risa del público, incluso las referencias a la cultura popular actual.


El montaje va ganando ritmo conforme avanza, sobre todo desde el segundo acto en el que el humor empieza a recaer menos en el carisma de los actores a favor de los entreveros de la historia. No obstante hay que destacar el desenfado de Saldarriaga para dar vida al protagonista. Se trata de una puesta en escena hecha con el fin de entretener, con exceso de humor bufo en ciertos pasajes, pero que cumple mayormente su cometido.


Un acierto los intermedios a cargo de Franco Cabrera payaseando con el público vestido de sirviente, muy acorde con la propuesta.


Ficha técnica
La tía de Carlos
Dirige Rocío Tovar
Actúan Wendy Ramos, Pablo Saldarriaga, Rodrigo Sánchez Patiño, Gianpiero Diaz, Erika Villalobos y Franco Cabrera, entre otros.
En el Teatro Peruano Japonés (avenida Gregorio Escobedo 781, Jesús María) de jueves a domingo a las 20.00 horas. Entradas desde 25 nuevos soles.

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