¿Cuál es el objetivo de Raquel en llamas para este año?
- Una vez que hemos abierto un nuevo mercado, más importante que abrir más cosas es mantener que este público exista. Y más con la competencia que dan los conciertos y tal. Tenemos La tía de Carlos de Brandom Thomas, que fue el caballito de batalla de Pepe Vilar. Será una versión moderna. Luego está una coproducción con La Plaza Isil y un proyecto con Vania Masías. Después incursionaremos en el teatro Pirandello en noviembre.
Han creado un público. La mayoría de sus obras son éxito de taquilla.
- Comienza de un modo extraño. Yo venía de un conservatorio dramático en Sao Paulo. Comencé a hacer comedia por motivos personales, para recuperar mi sentido del humor. Y sale el grupo de investigación de Shakespeare con Carlos Carlín y Pablo Saldarriaga. Y se crea un ensamble de actores para Perú ja, ja. Su éxito nos lleva a apuntalar estos shows. Allí van entrando Los Chistosos, Roberto Ángeles, Vania Masías, Juan Carlos Fisher. Empieza a participar gente de otras artes desde el 2002 o 2003.
¿Cuándo vuelven a hacer algo de Shakespeare?
- Yo me muero de ganas de hacer Macbeth, pero es tan ambicioso. Yo tengo un proyecto con el teatro Británico que espero que salga en el 2012. Hay la idea de hacer La comedia de los errores. Las comedias son más digeribles, yo trato de darles un perfil de Noche de reyes, dando un peso a la sensualidad femenina, el romanticismo. Es la época de la mejor producción de su poesía. Es una época muy apasionada. Nunca he hecho una obra como Macbeth, pero ganas no me faltan. Brandom Thomas es una estructura tiene algo de Shakespeare.
¿Cómo escogen las obras?
- Tú tienes muchos criterios de selección que combinan arte, información, conciencia de lo que se está produciendo afuera y ver cómo se reparten los actores acá en Lima. Yo tengo proyectos personales. Hace años que presento El joven Frankenstein, un musical de Mel Brooks y no se ha dado. Es todo un proceso de aprendizaje de Perú ja, ja para acá que no es sólo lo que quieras montar, sino es mucho más complejo. Cómo tus intereses de artistas se cruzan se mezclan con que se pague el arte.
¿Debe sentir injusto cuando se le acusa de preferir el éxito al arte?
- Es que a veces nos hemos podido confundir. Por ejemplo, nosotros sabemos que La jaula de las locas es un éxito. La obra tiene una marca y el guión es muy bueno, es un clásico. No es gratuito llamar a Carlos Carlín y a Diego Bertie para ser protagonistas. Pero al mismo tiempo, a todos los involucrados el proyecto les interesa por motivos personales y artísticos más allá de lo que puedas pensar. El cariño que le ponen. Es muy duro y fácil juzgar. Hay obras que han sido una apuesta. O por ejemplo, cuando se trabajó con los Chistosos la intención no era hacer teatro comercial.
Algo más La Temporada de La tía de Carlos irá hasta el 19 de junio en el Teatro Peruano Japones (avenida Gregorio Escobedo 781 - Jesus Maria).
Nota publicada hace unas semanas en el diario El Peruano.
Foto Carlos Lezama / Andina
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