miércoles, junio 29, 2011

Alicia Maguiña: El sol de nuestra música

La cantante, música y estudiosa de nuestra tradición, Alicia Maguiña, recibió ayer la Orden El Sol en el grado de Gran Oficial. La ceremonia, realizada en Torre Tagle y presidida por el canciller José Antonio García Belaunde, fue singularmente emotiva.





Entre los asistentes, además de los familiares, se congregó a importantes figuras de la música peruana. Susana Baca, ganadora del Grammy, y Pepita García Miró, se colaron al área de prensa para seguir mejor la entrega de la distinción. En primera fila se dejó ver después de tiempo la gran Edith Barr. A un lado, José Escajadillo esperaba concluyera el evento protocolar para darle un ramo de rosas a la homenajeada. También estaban presentes el ministro de Cultura, Juan Ossio, y el guitarrista Javier Echecopar, entre otros.
El Canciller, al explicar las razones de esta condecoración, indicó que era un privilegio entregar en especial esta Orden El Sol. Mencionó que la artista ha sido una gran estudiosa y difusora de nuestra tradición. Uno de los méritos que resaltó es el haber llevado la música peruana a las salas de teatro. Bromeó recordando que su relación con Maguiña era especial, pues fueron vecinos en la infancia. El Canciller José Antonio García Belaunde calificó a Alicia Maguiña como parte del pilar de nuestra tradición musical junto Felipe Pinglo y Chabuca Granda
Regreso

Por su parte, Alicia Maguiña se mostró desde un inicio sumamente regocijada con la condecoración. “La palabra emocionada queda corta, estoy conmovida”, fueron sus primeras declaraciones de agradecimiento.
La artista recordó cómo, siendo aún una estudiante del colegio Santa Úrsula, ganó casi a escondidas su primer premio en una radio. Indicó que la Orden El Sol concedida ayer era la coronación de una historia iniciada en ese entonces.
Sin embargo, confesó que nunca en su carrera trabajó pensando en medallas o condecoraciones. Alicia Maguiña comentó que sus viajes por el país los hizo con sus medios investigando sobre las diferentes tradiciones nacionales. Asimismo, hizo notar que su familia se opuso en sus inicios a que siguiera su vocación, por temor a que terminara en las tablas.
Paradójicamente, Maguiña admite que tiene nostalgia de los escenarios. Hace poco ella fue la encargada de dar un pequeño recital en la inauguración de un coloquio de Arguedas. Desde ese momento, confiesa, tiene la tentación de preparar algo más grande como un concierto.

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