lunes, septiembre 12, 2011

Manuel Jesús Orbegozo: Una vida tras la noticia

(Nota publicada en abril del 2006 cuando MJO estaba por presentar un par de libros)
En el despacho de Manuel Jesús Orbegozo, tres elementos abundan: los libros, las credenciales de prensa y los búhos de cerámica. "Estos tres estantes contienen publicaciones sobre periodismo", señala. Sin embargo, agrega que son inútiles sin la práctica, pues con ella se aprende el ejercicio de la prensa.
            Respaldado por más medio siglo dedicado al negocio de la información, Orbegozo sabe de lo que habla. La Crónica, Expreso, El Comercio y El Peruano son algunos de los medios en los que ha trabajado firmando siempre con sus iniciales: MJO. Actualmente es director de la Escuela de Comunicación de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su vocación docente también la expresa a través de publicaciones como los dos títulos que hoy presenta: Testigo de su tiempo y Vallejo periodista.
            En el primero recoge recuerdos de más de cincuenta años de vida profesional; en el segundo rescata un papel algo olvidado del autor de Los heraldos negros, el César Vallejo reportero. Indica Orbegozo que en los artículos del escritor se encuentran lecciones que aún poseen validez.
            "Vallejo, en cada nota que hizo, da un ejemplo de ética y pulcritud a la hora de redactar", afirma. El veterano periodista comenta como muestra que ha hallado un artículo al que el poeta hizo más de setenta correcciones para su segunda publicación. "Buscaba la concreción en el lenguaje, lo que hoy es poco frecuente".

Periódico de ayer
Escoger al vate de Santiago de Chuco como tema de libro no es casual. Para Manuel Jesús Orbegozo, la época en la que brilló el periodismo peruano ocupa las décadas de 1910 y 1920. Las firmas de personalidades como José Carlos Mariátegui, Abraham Valdelomar o Luis Fernán Cisneros eran frecuentes en la prensa diaria.
            "A comienzos del siglo XX había mayor interés intelectual en las redacciones. Pero desde hace unas décadas la prensa está en decadencia", asegura Orbegozo. No obsante, admite que revisa los llamados diarios "chichas" pero con afán de estudio. "El periodismo tiene como una de sus metas la docencia, lo que esto medios, por el lenguaje que utilizan, no cumplen. No es excusa decir que así habla la gente", añade.
            Pero no todo son quejas para el recorrido hombre de prensa. Su trayectoria profesional le ha dado la oportunidad de conocer una gran cantidad de países y entrevistar a personajes de distinto cuño, desde Pol Pot hasta Gabriel García Márquez, pasando por Ernest Hemingway, Pablo Neruda y Pelé.
            Es imposible conversar con Orbegozo sin escuchar anécdotas de trabajo. Por ejemplo, la manía del escritor mexicano Juan Rulfo de romper fósforos mientras declaraba; la triste realidad a la que se enfrentaba la Madre Teresa de Calcuta; o como Guayasamín, de joven, se incluía entre los mejores pintores de la historia. Orbegozo con Testigo de su tiempo, nos hace cómplices de su experiencia.

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