miércoles, noviembre 16, 2011

Jugando a la gallinita ciega

En un pueblo costero, dos ancianos dan pensión y tratan como a hijo a Stan (Paul Vega), quien para encerrado en casa torturando a sus caseros. A esto se suma una coqueta vecina (Gisela Ponce de León) que le envía indirectas sin recibir atención.
Pero la corrosiva rutina es rota al llegar dos amenazantes visitantes en busca de alojamiento. En este contexto se organiza la celebración que da nombre a la obra Casi una fiesta infantil con licor.
Es una de las obras más aplaudidas de Harold Pinter, que incluso ha sido llevada al cine. Sin embargo, su puesta en escena es exigente. El texto no proporciona muchas explicaciones de las acciones, siendo uno de sus atractivos la ambigüedad. El espectador debe armar por su cuenta la historia con los retazos que se le da.
Un problema con este montaje es que, a la ambigüedad existente, se agrega que las actuaciones no se acoplen del todo. Por ejemplo, tenemos a Ana Cecilia Natteri, tal vez la mejor del elenco, construyendo su papel de anfitriona moviéndose entre lo bufo y lo patético. Por otro, a Paul Vega, quien de ser el huésped majadero que domina la escena, desaparece sin motivo a pesar de estar en medio de la acción.
A pesar de un inicio algo lento, la obra va ganando en intensidad conforme avanza. La dupla conformada Rómulo Assereto y Mario Velásquez (¿maleantes, enfermeros, orates?) aporta la dosis de humor necesario. Otro acierto es la interpretación del esposo a cargo de Alfonso Santisteban, el único que parece una persona común y corriente pero que, curiosamente, no sintoniza con el resto.


Ficha técnica
La fiesta de cumpleaños
De Harold Pinter
Dirige Chela de Ferrari
En el teatro La Plaza Isil de Larcomar. Las funciones son de jueves a lunes a las 20.00 horas y los domingos a las 19.00 horas.

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