lunes, noviembre 28, 2011

Qoyllur Riti: Del Cusco para el mundo

El objetivo de que la peregrinación hacia el santuario del señor de Qoyllur Riti sea incluido en la lista del patrimonio inmaterial de la humanidad se consiguió en estos días. En la madrugada del sábado para domingo el comité de la Unesco, reunido en Bali, tomó la decisión de aceptar la propuesta peruana de dar este reconocimiento a la centenaria costumbre cusqueña.


En la Ciudad Imperial ya anunciaron celebraciones por esta distinción. Asimismo, conocedores de nuestras costumbres como Alicia Maguiña y Rafo León se han manifestado sobre lo que significa este logro.

Se ha informado que en el Cusco los festejos serán con una misa y un pasacalle, en el que se prevé la participación de 50,000 danzarines. Ambas actividades, denominadas "Hatun K'uchurikuy" o gran celebración, se llevarán a cabo el 11 de diciembre. La primera será oficiada en la plaza de Armas y la segunda se desarrollará por las principales calles del Centro Histórico.


De acuerdo a información difundida por la agencia Andina, el acto litúrgico estará a cargo de monseñor Juan Antonio Ugarte Pérez, arzobispo de Cusco. La homilía será ante las imágenes de la Virgen Dolorosa y del Señor de Tayankani, cuyas efigies salen en procesión durante el Qoyllur Riti.

Necesidad de estudio
Rafo León destacó la declaración de patrimonio de la humanidad de esta peregrinación indicando que de ella "se ha escrito mucho, pero se ha estudiado poco". Reclamó que sea una oportunidad para que se reflexione e investigue sobre su origen e importancia.


Indicó que también es un buen momento para que se reglamente su realización para evitar situaciones complicadas. Puso como ejemplo la controversia que suscitó la incursión de tradiciones puneñas en esta fiesta religiosa y que fue zanjado por la hermandad del señor de Qoyllur Riti prohibiendo estas manifestaciones distintas a lo tradicional en el lugar.

Sin embargo, destacó cómo los mismos devotos evolucionan su comportamiento adaptándose a los nuevos tiempos. Puso de ejemplo que ahora, con la concientización sobre el peligro de la desaparición de los nevados, los peregrinos no traigan un pedazo de hielo como era costumbre sino se conformen con una botella de agua. Concluyó comentando que es una importantísima fiesta religiosa, pero no turística.

Por su parte, la folklorista Alicia Maguiña subrayó que esta peregrinación esté en la lista de la Unesco es un reconocimiento a una tradición vigente que se transmite de generación en generación. Indica que su vitalidad evita que desaparezca. Subrayó la participación masiva, que involucra a personas que residen más allá de las fronteras regionales del Cusco, lo que hace a esta fiesta merecedora de reconocimiento.

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