viernes, abril 06, 2012

Confesiones de un Nobel


El miércoles en la noche Mario Vargas Llosa participó de un conversatorio en el centro cultural Inca Garcilaso de la Cancillería. Acompañado en la mesa por los también escritores Antonio Cisneros, Guillermo Niño de Guzmán y Fernando Ampuero contestó las preguntas de sus colegas que iban desde por qué no trabajaban Los Inconquistables, el grupo de bohemios piuranos que protagonizan La casa verde, hasta cómo le ha influido el cine, pasando por el valor que le da a la fidelidad histórica en sus novelas y la homosexualidad como tema literario.
En la charla que duró alrededor de hora y media y que sirvió para que el Nobel peruano hablara de su última publicación, el ensayo La civilización del espectáculo, comentó por ejemplo que tiene como norma no tener certezas o buscar demostrar algo al momento de empezar un texto de ficción.
“Cuando he tenido una tesis o una convicción que quería defender, he escrito un ensayo, un artículo, he dado una conferencia, pero para mí la novela no puede ser un instrumento de divulgación, en que la anécdota es un mero epifenómeno”, mencionó. “La meta del escritor es hacer creer al lector que lo que está leyendo es cierto, y eso no se consigue si percibe que le quieren vender un contrabando de tipo ideológico”, añadió.
Otra clave que dio sobre su obra es que la última palabra acerca de ella siempre la va a tener el público. Esto a raíz de la pregunta de Ampuero sobre cuál era el motivo que Los Inconquistables no trabajaran. “Eso me hace recordar a un muchacho que hace poco me preguntó en Arequipa si el Jaguar mataba al Esclavo o no, o lo que contesté “no sé””, recordó.
El escritor peruano luego narró una anécdota en la que el primer editor al francés de La ciudad y los perros le llegó a convencer en una charla de que el Jaguar sólo se atribuía el crimen para recuperar su autoridad ante sus compañeros. Vargas Llosa señala que a pesar de haber estado convencido cuando escribió la novela que el Jaguar cometía el homicidio, tuvo dudas luego de esa conversación.
“El escritor no tiene la última palabra sobre lo que escribe, eso es una tontería. Eso está en manos del lector”, aseguró. Sobre Los Inconquistables reveló que el origen de este grupo de amigos bohemios en personajes reales de Piura de clase media venida a menos. “Es una clase de bohemia que se daba en toda Latinoamérica. No trabajaban porque podían vivir sin trabajar. Algo que a un académico británico de los años sesenta le costaría entender”, mencionó.
Historia y ficción
El Nobel arequipeño también recalcó la idea de que la fidelidad histórica le tiene sin cuidado al momento de escribir una novela, pero que ese no es impedimento para que haga una investigación exhaustivo del tema que va a escribir. Dijo que eso lo hace para ser capaz de crear la ilusión de lo que escribe es la realidad.
Sobre la homosexualidad como característica de varios de sus personajes indicó que no ha buscado demostrar ninguna tesis. Sin embargo, mencionó que darles esta condición ha respondido a ciertas causas. Por ejemplo, en Historia de Mayta su opción sexual recalca lo marginal de su condición. En el caso del Paul Gauguin de El paraíso en la otra esquina indica que es para mostrar el mundo peculiar que encontró el personaje histórico en la Polinesia en el que los roles de género no se manejan igual que en occidente.

No hay comentarios.: