domingo, octubre 07, 2012

Adiós al Oso hormiguero


Desde hace algún tiempo se rumoreaba que Antonio Cisneros, uno de nuestros poetas mayores autor de libros imprescindibles como Canto ceremonial contra un oso hormiguero y Como higuera en una campo de golf, padecía de cáncer. El mes pasado, en una entrevista con su colega Enrique Sánchez Hernani, confirmó que se encontraba luchando contra esta enfermedad. Lamentablemente, ayer en la mañana perdió la batalla falleciendo a la edad de 69 años.

El año pasado, en un reportaje que concedió al diario oficial El Peruano, comentaba con el tono irónico que le caracterizaba, que se encontraba escribiendo el último libro de su vida. Confesó que ya tenía avanzado algunos versos y el tema sería uno que nunca había tratado: su madre.

Nuevos rumbos
La importancia de este escritor para las letras nacionales es grande. Según señala el crítico Ricardo González Vigil, Cisneros es el autor que más ha influido en las nuevas promociones de poetas.

Según el estudioso, la literatura peruana vivió en los años 60 y 70 un proceso de abrir el lenguaje poético a nuevas posibilidades, siendo Antonio Cisneros "el que ha tenido mayor presencia en las generaciones siguientes".

González Vigil añadió que es fuera de nuestras fronteras el más reconocido vate nacional surgido en la década de 1960. Recordó que es el que tiene más premios y ediciones en el extranjero.

De acuerdo al crítico, ha valido para esta preferencia en otros países la originalidad de la obra de Cisneros. "Hay varios escritores hispanoamericanos que han aprendido de la poesía en lengua inglesa pero él es distinto. Tiene un tratamiento del lenguaje más elíptico, sugerente, caústico, no es tan verboso como varios", subrayó.

Su singularidad lo reconocen diversos colegas suyos. Por ejemplo, Rocío Silva Santistevan señaló a la Agencia Andina al conocer su deceso que "ha sido una figura cuya obra rompió con la manera de hacer poesía, introduciendo un poesía con toques narrativos".

Pero también añadió que "fue un hombre conversador, ameno y amiguero, al punto que practicaba 'fulbito' y ciclismo con frecuencia, al margen de sus múltiples actividades diarias". Similar impresión es generalizada, en especial sus dotes para la charla.

Sin embargo, más allá de su siempre presente ironía, se sentía en él un cariño especial hacia las letras. Como él mismo declaró al recibir la medalla José de la Riva Agüero el año pasado, "hay pocas cosas que se hacen por amor al arte. La poesía es una de ellas". Descanse en paz, poeta.

Nota en el diario El Peruano

Entrevista a Antonio Cisneros en noviembre del 2011

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