viernes, septiembre 30, 2011

Nevermind de Nirvana: Adolescencia eterna

El 24 de setiembre de 1991 un grupo desconocido que tocaba en la ciudad de Seattle lanzaba al mercado su segundo álbum. Ni su disquera ni ellos mismos tenían mucha fe en la repercusión que pudiera tener esa producción. Pocos meses después, los temas de ese larga duración desplazaban al mismísimo Michael Jackson, el llamado rey del Pop, de las listas de más pedidos.

A comienzos de 1992 ya los amantes del rock de todo el orbe se habían familiarizado con el nombre del grupo – Nirvana – y, como mínimo, reconocían un par de canciones de su álbum Nevermind. El video de la canción Smell like teen spirit era de los más solicitados. Las declaraciones que Kurt Cobain, el líder de la agrupación, diera empezaron a tener tanta cobertura como las de las figuras más famosas del circuito comercial. Pero, ¿quiénes eran estas estrellas recién llegadas al firmamento musical?

El estilo de Nirvana no era el que se acostumbraba a escuchar en las radios. Las listas de éxitos las dominaban, en la fecha de lanzamiento, artistas como Paula Abdul, C + C Music Factory y Mariah Carey, compartiendo espacio de forma excepcional, con bandas como R.E.M. o E.M.F.

Formados en las canteras del rock alternativo, tenían como ídolos a grupos poco conocidos por el público masivo como Pixies o Melvins. Su anterior entrega discográfica, Bleach, transitaba por ritmos cercanos al punk y al hard core, logrando una acogida ínfima en el mercado. Sin embargo, con Nevermind, con un sonido ligeramente más melódico, cosecharon lo que ningún otro grupo de su estilo esperaba.


Su éxito le abrió la puerta de la difusión masiva a agrupaciones que tenían similares motivaciones. En cadenas de videos como MTV fue frecuente encontrarse con Pearl Jam o Red Hot Chili Peppers, Smashing Pumpkins – grupos que, dicho sea de paso, recién llegaron para tocar en el Perú en los últimos meses. Una frase atribuida a uno de los integrantes de Nirvana dice que la década de los 80 acabó cuando salió el Nevermind al mercado. Y mucho de eso hay.


Pero el éxito al que no aspiraban afectó más a Kurt Cobain, el cerebro y rostro de la banda. Demasiada exposición a la que no estaba preparado, sumado a sus aficiones a las drogas, lo fue empujando a una espiral autodestructiva que terminaría con su suicidio en 1994. Pero entre su ascenso al estrellato y su muerte, tuvo tiempo para dejarnos otras joyas musicales más.

jueves, septiembre 29, 2011

Población cuidará Huaca Garagay

El Ministerio de Cultura está por firmar un convenio con los vecinos del centro poblado 12 de Agosto, en San Martín de Porres, para que estos se comprometan a cuidar el sitio arqueológico de Garagay. Así lo informó la titular de la cartera, Susana Baca, quien destacó que desde hace 26 años existe un conflicto por este complejo.



La funcionaria manifestó que se tiene en mente seguir modelos exitosos de trabajo con la población. Mencionó el caso de Caral, en el valle de Supe, y en Lima el de la huaca Pucllana en Miraflores. Añadió que no se debería tener prejuicio de delegar tales responsabilidades a los vecinos de Garagay sólo por su estrato económico.


La funcionaria manifestó que el centro poblado está cumpliendo el papel de “cerco vivo” para proteger dicho complejo. Según sus palabras, los vecinos no se encuentran propiamente dentro de la zona arqueológica, y su presencia impedirá futuras invasiones.


Asimismo, la ministra de Cultura mencionó que se piensa en la puesta en valor del complejo arqueológico. Por ejemplo, se está estudiando la manera de remover la torre de alta tensión que se instaló en una de las partes altas de la edificación. Dicha instalación eléctrica tiene medio siglo en el lugar.


Cabe señalar que la huaca de Garagay se encuentra en una zona urbana, cerca del cruce de las transitadas avenidas Universitaria y Angélica Gamarra. Al ser consultado, Roberto Bustamante, arqueólogo y estudioso en temas culturales, el comprometer a la población es un camino bastante factible.


Menciona el especialista que Garagay aún conserva parte de su antiguo templo en U. Recuerda que en los 80 se podían ver en el lugar preciosos murales. Añadió que en el pasado los arqueólogos han trabajado de espaldas a la población. Pero que la labor de los profesionales es infructuoso si es que la gente no se apropia del sitio.

(Foto tomada de http://www.arqueologiadelperu.com.ar/garagay.htm)

martes, septiembre 27, 2011

Madres de hoy, modelo para armar

La dramaturga Mariana de Althaus vuelve a abordar la maternidad. Pero lejos de mostrar el tema agotamiento luego de otras tantas obras con similar premisa, la autora entrega quizás su obra más creativa.


Se plantea como el testimonio real de tres artistas sobre su rol de madres y, de paso, sus experiencias como hijas. Curiosamente, el estar atada a hechos – o al menos una versión de ellos – no es impedimento para hacer una obra más libre y experimental que la pieza netamente de ficción Entonces Alicia cayó, también de de Althaus.

Alejandra Guerra, parte de una familia de artistas, narra los vaivenes de su vida entre varias ciudades. Mientras, en paralelo, Lita Baluarte revela los desencuentros con sus padres y parte de su historia personal. Matiza el espectáculo la intervención de Sandra Requena, conocida vocalista de grupos de rock, quien da algunas pistas de su intimidad y aporta la banda sonora a la pieza. Su versión de I’ll be your mirror de Velvet Underground es precisa. También se da, en voz de Requena, información complementaria a lo sucedido en escena como estadísticas y demás. Incluso se cita a Efímero, otra pieza de la dramaturga.


En Criadero se echa mano de distintas estrategias para narrar de forma ágil estas personales cuitas, desde danza hasta pintas en las paredes y video, pasando por las apropiadas canciones escogidas. De Althaus conjuga estas diferentes artes, sin que sean sólo juegos de artificio. Muy atinadas las coreografías, las cuales se cumplen a pesar de estar Baluarte enyesada. Tal vez por ese motivo se da la intervención de un personaje encapuchado en varias partes de la obra.


La autora ha sabido escoger de cada testimonio lo más relevante, sorteando el riesgo de hacer una obra expositiva con poca trama o interés dramático. Además, trascendiendo el tema de la maternidad, da cuenta sobre la generación que se crió entre apagones e hiperinflación. Un fresco de época que recuerda a otra buena obra de de Althaus, Ruido. Buen teatro que invita reflexionar sobre nuestra sociedad.


Ficha técnica
Criadero, instrucciones para (NO) crecer
Escrita y dirigida por Mariana de Althaus
Actúan Alejandra Guerra, Lita Baluarte y Sandra Requena.
En el centro cultural de la Universidad Católica (avenida Camino Real 1075, San Isidro). De jueves a lunes a las 20.00 horas. Entrada general 25 nuevos soles.

Íntimo amanecer


(Esta entrevista la publiqué en el diario El Peruano unos días antes del estreno de Illary, en junio de 2010)

Esta semana se estrena Illary, nueva cinta de Nilo Pereira. En esta cinta se narra cómo dos muy íntimas amigas, separadas de muy pequeñas, se reencuentran en orillas distintas en medio de la violencia política de los años 80 y 90. Conversamos con el director sobre este proyecto.


Es interesante que esta cinta tenga una estructura similar a otra que trata el tema de la violencia, Vidas paralelas, en las que dos amigos cercanos se alejan en la niñez para hallarse enfrentados.

- Claro. Pero este guión es anterior a esa película. La similitud termina en eso, porque nuestro enfoque es más humano, más personal, más íntimo. El interés es mostrar qué sucedía con los jóvenes peruanos en esa época, cómo veían o no el problema. Sobre todo cómo no lo veían. La historia de Ana – una agente de inteligencia interpretada por Jackelyn Vásquez – es ejemplo de ello. O el de Eva – Urpi Gibbons – que se va involucrando en algo que no había previsto.

En la película muestra que ambas se mueven en un entorno negativo, que busca aprovecharse de ellas antes que nada.

- Lo que me motivó a hacer esta película es descubrir que el noventa por ciento de los que fallecieron en la época del terrorismo eran jóvenes de entre 18 y 25 años. Me preguntaba si ellos tenían conciencia en por qué estaban arriesgando su vida. Descubrí que en la mayoría de los casos no tenían conciencia de qué estaban haciendo, que su vida estaba siendo utilizada. Una de las lecciones que me dio esta investigación es que el enemigo no sólo está en el otro lado, sino a veces encima de uno. A veces el obedecer ciegamente una orden no es lo correcto.


¿Cuál fue la motivación para retratar a los agentes de inteligencia?


- En el caso de Ana siempre me pregunté qué pensarían estas chicas que escuchaban interceptaciones telefónicas, si las entenderían o no, si realmente sabían en qué estaban metidas o sólo hacían un trabajo de secretarias, como quien traduce un manual. Descubrí que eso último eran. Chicas que no tenían ninguna conciencia política. Para ellas sólo estaban haciendo su trabajo y punto.


¿Esta visión pesimista fue una de las razones por las que le fue difícil encontrar financiamiento?


- Hay poca ayuda al cine, más allá de Conacine. La empresa privada que debería ayudar no lo hace, y menos con películas de esta temática. Prefieren una comedia ligera o una historia de amor, quizás. Sienten que se comprometen políticamente con el filme, lo que no es verdad. Algunas que me han apoyado, lo han hecho por apoyar el cine peruano y punto.

La frase
“El uso del quechua en pasajes de la película no creo que la hagan menos o más comercial. El público que va a ver cine peruano es el mismo”


Abel contra Abel

(Comentario que publiqué en el diario El Peruano en junio de 2006)
Las primeras imágenes de la película muestran a Ana (Jackelin Vásquez), una efectivo del Ejército, y Eva (Urpi Gibbons), una sospechosa de sedición, se encuentran en medio del fragor de la guerra interna. Las dos se reconocen, mientras a su alrededor un grupo de subversivos trata de tomar una base militar.


El resto de la película muestra el camino que tuvieron que transitar estas dos amigas de la infancia para encontrarse en esa situación. Otra cinta reciente que utilizó una idea similar – enfrentar a dos personajes muy unidos en la infancia para graficar la violencia política – fue Vidas paralelas. Se trata de un argumento arquetípico que, bien planteado, puede funcionar para una película. Sin embargo, el potencial de esta idea no es suficientemente explotada en el presente filme.


Un problema es el guión. Los diálogos en muchas ocasiones son ingenuos y expositivos. Un ejemplo son las líneas que les toca a las compañeras de Ana en su trabajo de interceptación telefónica, o el de ella misma cuando se acerca a los niños de su pueblo.


Otro problema es el juntar tantos elementos de nuestra historia reciente sin encajar en todos los casos. Tal vez por este intento de abarcar tanto es que el personaje de Ana se le trate por ratos de policía y en otros momentos de militar.


El director ha buscado sugerir a través de algunos detalles fuera del primer plano. Por ejemplo, la foto de Escrivá de Balaguer en las escenas de la familia de Eva hablan de su particular religiosidad, o las imágenes de Mickey Mouse en el dormitorio de Ana – tanto en Lima como en su pueblo – dan pistas sobre un ser tierno debajo de los usos rudos de una soldado. Es una cinta irregular, con algunas actuaciones eficientes pero la mayor parte no tanto, y que pudo ofrecer algo más.


Ficha técnica
Illary
Dirige Nilo Pereira
Actúan Jackelin Vásquez, Urpi Gibbons, Baldomero Cáceres, Pilar Brescia y Gustavo Bueno, entre otros.



(video tomado de http://visorperu.com/cine-peru)
Película Illary por Visorperu

jueves, septiembre 22, 2011

Vicky Cristina Barcelona: Ese español objeto del deseo

(Publicado en el diario El Peruano en marzo de 2009)
Dos amigas norteamericanas, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson), están pasando una temporada en Barcelona. Vicky, la seria de las dos, está apunto de casarse con un joven ejecutivo y se dedica al estudio, mientras que Cristina está en búsqueda de emociones y de una vocación de artista. En la ciudad española conocen a Juan Antonio (Javier Bardem), un pintor que tiene una tormentosa relación con su temperamental ex mujer, María Elena (Penélope Cruz).


Como es de esperarse, las amigas son cortejadas a la vez por Juan Antonio. Se empieza así una serie de situaciones bizarras, complicadas por añadidura por los inoportunos regresos de la ex esposa al hogar conyugal.

Allen le da la vuelta a varios estereotipos para hablarnos de sus temas habituales como la soledad y el fatalismo. Bardem es el macho ibérico, pero con un toque sentimental. Cruz hace de la explosiva y sensual española. Vicky, con una lograda y contenida actuación de Hall, es la reprimida futura dama de sociedad a punto de dejar todo por una calentura. Por su parte, Cristina es la indecisa artista que huye del éxito amoroso.

En otro plano, hay que alabar la elección de la banda sonora, la que ha permitido descubrir al buen grupo Giulia y los Tellarini.


Aunque hay algún momento en que se fuerza la risa fácil - el último "ampay" de María Elena a su esposo, por ejemplo - el resultado final confirma el buen momento que tiene Allen con sus últimas películas "europeas".

Ficha técnica
Vicky Cristina Barcelona
Dirige Woody Allen
Actúan Javier Bardem, Penélope Cruz, Scarlett Johansson, Rebecca Hall, Kevin Dunn, y otros.

Medianoche en París: "Me podrás engañar a mí, pero nunca a Hemingway"

Gil (Owen Wilson) es un guionista exitoso de Hollywood, pero dejaría todo por dedicarse a escribir en la ciudad de sus sueños: París. Pero su pasión por la capital francesa no la comparte su prometida (Rachel McAdams), con quien está de visita en esta urbe europea. Incomprendido, realiza caminatas al filo de la medianoche que lo transportan al París de 1920. Empieza una doble vida en la que, durante el día, verá su noviazgo irse a pique, mientras que en la madrugada será compañero de bohemia de Hemingway, Dalí y Cole Porter, entre otros.



Un argumento que recuerda a cintas dirigidas o escritas por Allen en que se juega con lo fantástico como La rosa púrpura del Cairo – en la que un galán escapa de la pantalla – o Sueños de seductor – en la que Humphrey Bogart se vuelve el guía del protagonista. Como en esas entregas, se presenta el conflicto entre un mundo idealizado con la convencional realidad.

Owen construye un personaje que emula al Woody Allen de tantas cintas, con tics y manías. No lo hace mal. Acierta el director en caricaturizar a los personajes “famosos” con los que se cruza su protagonista y evitar la reverencia hacia estos.

Algunos críticos se apresuran en señalar esta obra como prueba de la decadencia del cineasta neoyorquino. Aunque la cinta no se encuentre entre sus mejores, esto no significa mucho para un director tan prolífico y que ha sabido mantener un buen nivel en su larga carrera.

Además, deja varias escenas memorables como las bravuconadas de Hemingway o el argumento de un clásico de Buñuel ideado por un mediocre guionista. Lo mejor: los consejos de tres surrealistas a un atribulado enamorado del siglo XXI.

Ficha técnica
Medianoche en París de Woody Allen

Actúan Owen Wilson, Rachel McAdams, Kathy Bates, Adrien Brody, Carla Bruni, Marion Cotillard y Michael Sheen.



García Márquez en las tablas

Dentro de unas semanas se estrenará Crónica de una muerte anunciada en el teatro Británico. Se trata de una adaptación de la novela de Gabriel García Márquez hecha por su compatriota Jorge Alí Triana. La pieza se ha representado en otras latitudes como Bogotá y México.


Triana es un conocido del público limeño pues antes dirigiera aquí La fiesta del Chivo, pieza inspirada en la obra homónima de nuestro Nobel y que viera antes la luz en Nueva York. Pero no es el único que ha buscado en las tramas de García Márquez inspiración para las tablas. En el 2007, el director ruso David Gurji, junto con el grupo Teatro Libre de Bogotá, pusieron en escena La casa. La curiosidad es que la pieza, apoyada económicamente por Javier Bardem, es de autoría de Esteban García, sobrino de Nobel. Este dramaturgo, filósofo de profesión, actuó en el montaje.

Pero también fuera de las fronteras de Colombia los personajes de García Márquez han motivado espectáculos. Por ejemplo, este año está en cartelera en Puebla la obra Casi cien años de la compañía Teatro Niños Aira bajo la dirección del dramaturgo Rodolfo Pineda. Este espectáculo ha sido descrito como un monólogo que se desarrolla entre títeres, canto y baile y ya tiene unos cuantos años en escena. El texto original es usado de manera libre.

Macondo en la lírica

El narrador colombiano también ha permitido que se lleve a escena sus personajes en adaptaciones para la ópera. Un caso es el de Florencia en el Amazonas de Daniel Catán. El libreto, obra de Marcea Fuentes Beráin, toma algunos motivos de El amor en los tiempos del cólera pero sin seguirla letra por letra. Su estreno mundial se dio en el Grand Opera de Houston en octubre de 1996, siendo vista también en Los Ángeles y Seattle.

Otro ejemplo es Erendira de la compositora rumana afincada en Alemania Violeta Dinescu. Ella presentó en la bienal de ópera de Munich del año 1992 esta pieza inspirada en la novela corta La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada.


En otro festival europeo de ópera, el de Glyndebourne de Inglaterra en agosto de 2008, se estrenó otra adaptación. El libro escogido fue El amor y otros demonios y los responsables de esta aventura fueron el guionista Kornél Hamvai y el compositor Péter Eötvös, ambos húngaros.

lunes, septiembre 19, 2011

África en español

Hace poco ha aparecido en España el libro Una gasa delante de mis ojos, inspirado libremente en la argentina Alfonsina Storni. Con esta excusa, nos comunicamos a Elsa López, su autora nacida en Guinea Ecuatorial y residente en Canarias, para que nos comente del proyecto.


Usted ha mencionado que cuando aborda un género que no sea la poesía, libera fuerzas distintas. ¿Qué fuerzas liberó en esta novela sobre Alfonsina Storni?
- Mi necesidad de explicar ideas, posturas, ideologías, me empuja a decir a través de mis personajes lo que necesito decir. Alfonsina es como mi otro yo o lo que yo hubiese sido si hubiese sido ella o hubiese vivido en su época. Su angustia ante la enfermedad, su manera de decir el dolor físico o de explicar sus necesidades más íntimas como el amor liberado de compromisos o ataduras sociales; su necesidad de ser reconocida como profesional al margen de su sexo y condición de mujer, su constante enfrentamiento a la familia y a la propia vida, etc. son situaciones tan suyas como mías. Explicarla es explicarme. Y eso me libera.

¿Qué le atrajo de esta autora argentina nacida en Suiza? ¿Tal vez la coincidencia de ser las dos autoras que realizan su carrera fuera de la tierra donde nacieron?
- No. Mi exilio interior es más profundo que el geográfico. No soy de ninguna parte y, al tiempo, soy de todas partes. De ella me atrajo su poesía hace ya muchos años. Yo tendría 18 años y mi madre tenía un libro suyo. Lo leí y me identifiqué con su ritmo interior y con su manera de decir los sentimientos de una manera tan desgarradora y, sin embargo, tan irónica.

Coménteme de su lado poético. ¿Cómo nacen sus poemarios? ¿Lo planifica o confía en la inspiración?
- No los planifico. No puedo hacerlo. Me salen las imagines de algún lugar, de allá dentro. Pienso en algo y lo pienso así, tal y como lo escribo. El universo que me rodea tiene signos que me son transmitidos por la propia realidad pero cuando llegan a mí se transforman automáticamente en palabras o en formas de palabras o, incluso, en discurso. Es algo natural y espontáneo. Si a eso le llaman inspiración... lo llamaré así. Los poemas los trabajo una vez están escritos, no antes.


Una figura recurrente en su poesía es la del río. Coménteme ese gusto por esa preferencia.
- Me dan miedo los ríos. Quizá porque los asocie con mi infancia en África cuando cruzarlos era una aventura peligrosa. Los asocio con riberas oscuras. Entiendo el miedo de Alfonsina a arrojarse en ellos (presupuesto por mi y deducido de sus poemas). Yo tampoco lo haría. Tengo un poema que tiene mucho de mi filosofía. Pertenece a un libro (“Del amor imperfecto”) Premio Ciudad de Melilla en el año 1987.  

El dolor es un río
donde uno alcanza siempre
a bañarse dos veces
en la mismas orillas.
(Muy a pesar de Heráclito
y su filosofía del tiempo insobornable).
Y por eso yo vuelvo a tus brazos de arena
y a quedarme enredada en su oscura marea.
¿Qué le debe su obra a su infancia en Guinea Ecuatorial?
- Mucho. "El corazón de los pájaros" editado por Planeta en el 2001, tiene muchas referencias a esa niña que vivió en Guinea. Imágenes, poemas, textos en prosa, conferencias y artículos responden de lo que digo. He escrito mucho sobre África y mi próxima novela tendrá ese mundo como fondo.

¿Percibe diferencias entre la literatura hecha en Canarias - donde usted reside - y la realizada en la península? ¿Existe una identidad distinta?
- No. No la veo. La literatura de un lado o de otro responde solo a la manera de escribir cada autor. El vocabulario o las identidades de los personajes pueden situarse en lugares concretos por la manera de estar configurados, pero nada más. Una buena novela o un poemario que también lo sea, no dice del lugar de nacimiento de su autor, sólo de su forma de escribir.


¿Qué contacto tiene con la literatura producida en su país natal? ¿Qué autores recomienda?
- Tengo relación con dos escritores que admiro y aprecio: Justo Bolekia Boleká, un gran poeta, y Donato Ndongo. Su novela "Las tinieblas de tu memoria negra" es un libro que recomiendo siempre.

Bolero de noche: Cuidado con el Coco

El Trovador (Giovanni Ciccia) sueña con ser el autor de un bolero inmortal, tanto que es dispuesto a vender su alma al diablo. Pronto, gracias al Coco (Leonardo Torres Vilar) se le presenta la oportunidad de escribirlo, pero tendrá que escoger entre su sueño con el amor de la Gitana (Vanessa Terkes).

La película, cuya trama es una variante de la clásica historia de Fausto, tiene muy buenos momentos con otros que no lo son tanto. Las más logradas escenas corresponden al Trovador atrapado en su universo nostálgico. Desde su comportamiento hasta la ropa que usa recuerdan a esas cintas mexicanas en las que el bolero y otros ritmos latinos eran la banda sonora obligada, pero en clave ligeramente estilizada.

Y si el protagonista es un bohemio de la vieja escuela, su diablo no podía desentonar. Leonardo Torres Vilar, uno de los mejores actores teatrales de la escena local, se luce en su rol. Le imprime al papel un cinismo de encantador de serpientes bien replicado por Ciccia.

Pero este buen nivel decae enormemente durante la historia de amor. Los diálogos y acciones encargados a la Gitana ya no son tan afortunados como los de el Coco o el Trovador. Terkes no tiene además un registro tan variado como sus compañeros. El romance, salvo uno que otro momento, es convencional y poco sugerente. Quedan esbozos a medio camino no explotados como, por ejemplo, el contraste entre el mundo discotequero de la Gitana con el del bolero.

Un filme con buenos aciertos pero que no logra mantener el buen nivel en todo momento. Sin embargo, quedan varias imágenes recordables. El demonio de Leonardo Torres Vilar es uno de ellos. Teddy Guzmán acompañada de Los Morunos, es otro.

Ficha técnica
Bolero de noche
Dirige Eduardo Mendoza
Actúan Giovanni Ciccia, Vanessa Terkes, Leonardo Torres Vilar, Teddy Guzmán, y otros.

jueves, septiembre 15, 2011

Papá piraña

(Columna publicada en el diario El Peruano en 2006)
Esta cinta, ganadora de la Palma de Oro del festival de Cannes del año pasado, es la tercera producción de los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne, y sin dudar uno de los mejores estrenos de la temporada en el Perú.
Bruno (Jeremie Renier), es un joven ladrón de poca monta y casi indigente, que acaba de tener un hijo con su novia Sonia (Deborah Francois), una chica desempleada. A partir de la llegada del bebé la vida de ambos se verá alterada, asumiendo cada cual a su manera sus nuevos roles de padres.

La historia está ambientada en una Europa distinta a la de las postales y la abundancia. Se supone que la acción discurre en las afueras de una ciudad industrial de Bélgica, pero bien podría ser en cualquier parte. En la pantalla vemos desfilar a un reparto de gente que vive el día a día casi a salto de mata. Gran parte de la película ha sido filmada con cámara al hombro y sin ninguna floritura, por lo que la sensación de desamparo se acrecienta.

La trama gira sobre todo en el proceso de maduración a trompicones de Bruno - un niño grande consagrado a la pendenciaría. Su irresponsabilidad ante el hijo, a quien trata de vender, será el detonante para que su existencia de pequeñas tropelías se acabe. Los Dardenne han evitado cualquier dramatismo gratuito, demostrando que sin grandes aspavientos se puede hacer una cinta sentida. Esperemos que su próxima entrega no llegue con tanta tardanza a nuestras salas.

Ficha técnica
El niño (L'enfant). Bélgica
Directores: Luc y Jean Pierre Dardenne
Actúan: Jeremie Rerier, Deborah Francois

lunes, septiembre 12, 2011

Manuel Jesús Orbegozo: Una vida tras la noticia

(Nota publicada en abril del 2006 cuando MJO estaba por presentar un par de libros)
En el despacho de Manuel Jesús Orbegozo, tres elementos abundan: los libros, las credenciales de prensa y los búhos de cerámica. "Estos tres estantes contienen publicaciones sobre periodismo", señala. Sin embargo, agrega que son inútiles sin la práctica, pues con ella se aprende el ejercicio de la prensa.
            Respaldado por más medio siglo dedicado al negocio de la información, Orbegozo sabe de lo que habla. La Crónica, Expreso, El Comercio y El Peruano son algunos de los medios en los que ha trabajado firmando siempre con sus iniciales: MJO. Actualmente es director de la Escuela de Comunicación de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su vocación docente también la expresa a través de publicaciones como los dos títulos que hoy presenta: Testigo de su tiempo y Vallejo periodista.
            En el primero recoge recuerdos de más de cincuenta años de vida profesional; en el segundo rescata un papel algo olvidado del autor de Los heraldos negros, el César Vallejo reportero. Indica Orbegozo que en los artículos del escritor se encuentran lecciones que aún poseen validez.
            "Vallejo, en cada nota que hizo, da un ejemplo de ética y pulcritud a la hora de redactar", afirma. El veterano periodista comenta como muestra que ha hallado un artículo al que el poeta hizo más de setenta correcciones para su segunda publicación. "Buscaba la concreción en el lenguaje, lo que hoy es poco frecuente".

Periódico de ayer
Escoger al vate de Santiago de Chuco como tema de libro no es casual. Para Manuel Jesús Orbegozo, la época en la que brilló el periodismo peruano ocupa las décadas de 1910 y 1920. Las firmas de personalidades como José Carlos Mariátegui, Abraham Valdelomar o Luis Fernán Cisneros eran frecuentes en la prensa diaria.
            "A comienzos del siglo XX había mayor interés intelectual en las redacciones. Pero desde hace unas décadas la prensa está en decadencia", asegura Orbegozo. No obsante, admite que revisa los llamados diarios "chichas" pero con afán de estudio. "El periodismo tiene como una de sus metas la docencia, lo que esto medios, por el lenguaje que utilizan, no cumplen. No es excusa decir que así habla la gente", añade.
            Pero no todo son quejas para el recorrido hombre de prensa. Su trayectoria profesional le ha dado la oportunidad de conocer una gran cantidad de países y entrevistar a personajes de distinto cuño, desde Pol Pot hasta Gabriel García Márquez, pasando por Ernest Hemingway, Pablo Neruda y Pelé.
            Es imposible conversar con Orbegozo sin escuchar anécdotas de trabajo. Por ejemplo, la manía del escritor mexicano Juan Rulfo de romper fósforos mientras declaraba; la triste realidad a la que se enfrentaba la Madre Teresa de Calcuta; o como Guayasamín, de joven, se incluía entre los mejores pintores de la historia. Orbegozo con Testigo de su tiempo, nos hace cómplices de su experiencia.

jueves, septiembre 08, 2011

Eduardo Mendoza: Nostalgia y romanticismo


La próxima semana se estrena Bolero de noche. Eduardo Mendoza, responsable de las taquilleras Mañana te cuento, comenta sobre esta nueva aventura.
Tus dos primeras cintas, exitosas en taquilla, son más de género. En esta nueva vas más por la experimentación. ¿Por qué el cambio?
- Siempre la idea es explorar nuevos lenguajes y no sólo contar nuevas historias. Uno puede encontrar muchas maneras de narrarlas. Si uno siguiera repitiendo una forma de contar, no avanzarías. Es una onda diferente con lo que he hecho.
¿Bolero de noche lo sientes más personas y experimental que tus anteriores largometrajes?
- Sí. Lo que sucede con Mañana te cuento es que la gente, cuando una novela, serie o película, tiene mucho éxito no se acuerda de otras chambas. Pero sí, Bolero de noche tiene otra onda, desde la estructura narrativa y hasta el género de la película. Tiene de historia de amor, pero también de cuento fantástico, de aventuras. Es un poco un mix de géneros. No es una película habitual en la filmografía peruana.
¿No te incomoda que se te haya encasillado con las dos entregas de Mañana te cuento y no recuerden tus cortos como TQ1992 ó 303?
- No, tampoco, porque finalmente les fueron bien. Imagínate que una película peruana está llevando dos mil, tres mil personas. Mañana te cuento, la saga, llevó más de 500 mil. Tampoco me puedo quejar. Uno sigue haciendo cosas. Va formando parte de tu filmografía. De hecho Bolero es otra cosa. Dentro de poco empezaré a filmar El evangelio de la carne, que es mi proyecto más personal y que escribí con Úrsula Vilca. Tampoco tiene nada que ver con TQ1992, Bolero de Noche o Mañana te cuento.
¿Qué te atrajo de esta película?- Dirigir Bolero de noche me pareció un desafío porque, a pesar de no ser una película de época, sí juega con dos tiempos. Por un lado tenemos al Trovador, el bar de la Barona, con personajes un poco congelados en el tiempo. Se visten y comportan, construyen sus frases, de una forma antigua. Todo un ritual para enamorarse, visto desde el género del bolero. Por el otro lado, tenemos a la Gitana, que representa al mundo de la música electrónica.
¿Cómo llegaste a esta historia? El universo del Trovador recuerda a las cintas mexicanas antiguas
- Hay un poco de eso. En México es muy fuerte el bolero, pero en el resto de Latinoamérica también. Es un género que siempre está presente. Teníamos la historia original de un guión mexicano que ganó un premio, y a partir de allí la reescribí con Úrsula Vilca. Nos pasamos tres, cuatro meses, adaptándolo a lo que acá se podía hacer.
¿Cómo te preparaste para contar una historia sobre boleros?
- A mí ya me gustaba un poco el bolero por mi papá. A mi productor le encanta el bolero. Y, bueno, estuve escuchando un montón. Trabajamos con Los Morunos. Gracias a ellos conocimos más grupos. Fue muy interesante conocer el mundo del bolero.
¿Fue adrede que el segundo tema que se escucha en la película sea Motivos de Los Morunos, canción que usara Francisco Lombardi en Caídos del cielo? ¿Una especie de cita u homenaje?
- No, porque es la canción icónica de Los Morunos. Nos parecía paja ponerla en el bar. La idea era presentarlos como el grupo del bar de la Barona. Esos locales tienen una pequeña banda que siempre tocan allí.
Por el tipo de propuesta de este largometraje es posible que no vaya a tener tal éxito de taquilla que tus dos anteriores.
- Mi primera preocupación como director es que la película me guste a mí. Ya la vi y me gustó, es novedosa para nuestra filmografía. Tiene además el elemento de la historia romántica, que trasciende edades. Una historia de amor puede funcionar. Tal vez no tenga un gancho comercial tan evidente como Mañana te cuento. Pero al ser una historia de amor tan diferente de las de Hollywood, puede ser atractiva, se pueden sorprender. Hay además un buen elenco con Giovanni Ciccia, Vanessa Terkes, Leonardo Torres. Yo sí le tengo fe. Si se logra que el público vaya los primeros días, el boca a boca será muy positivo.
Hablando del elenco, fuera de los protagonistas, sorprende el nivel de Leonardo Torres.
- Sí, está espectacular. Estábamos buscando al actor para el Trovador. Una de las opciones era Leonardo Torres. Y, de repente un día, conversando con Diego Lombardi, con quien hice el casting, se nos ocurrió probarlo como el diablo. Hicimos el casting y se quedó. Es un diablo que tiene una elegancia, ironiza, tiene sarcasmo. Logra engancharte, enredarte. Le ha dado un aire de misterio y humor, súper interesante.
Hace unos meses te quejaste por la forma en que te premiaron en Conacine. ¿Consideras que te perjudicaron para difundir tu cinta?
- No, para nada. Imagínate quién se va a acordar. Ni yo me acuerdo quiénes eran. Y más bien me va a dar gusto que vean la película. Me pareció un apresuramiento o, simplemente ignorancia. Si tú participas en un concurso de postproducción, tú mandas tu cinta en el punto en el que la tienes.

miércoles, septiembre 07, 2011

Difícil ser madre, peor ser tu hija

En el decrépito hotel Wonderland tres mujeres viven una crisis relacionada con el tema de la maternidad. Una escritora no sabe lidiar con su adolescente hija durante un fin de semana. Una cuarentona se obsesiona con tener un hijo poniendo en riesgo su matrimonio. Una cantante ya entrada en años, en una noche que debía ser de placer conyugal, se entera que su esposo ha embarazado a una estudiante.


A estas tres historias – fuertes por si solas – se le añade el juego con referentes de Alicia en el país de las maravillas. La escritora, por ejemplo, está haciendo una adaptación de esta historia, combinando en ocasiones lo que ella reescribe con lo que los demás personajes dicen.

La escenografía – una habitación de hotel con cierto aire fantástico – sirve de locación para las tres historias. Ayuda a dar esa sensación medio de sueño o pesadilla que los personajes coincidan en el mismo espacio aunque siguiendo relatos distintos.

Se trata de una obra irregular que no logra mantener el mismo nivel en todo momento. Una línea narrativa – la de la madre e hija – es la más lograda y a la que se deben los mejores momentos. Las dificultades de una escritora para criar sola a una chica son mejor presentadas que la histeria de la cuarentona apurada por su reloj biológico o la sorpresa de la dama engañada. A eso se suma que la joven Patricia Barreto, en su papel de la rebelde Paz, sabe dar buena réplica a Sofía Rocha, una de nuestras actrices más talentosas.


Por otra parte, hay que anotar que aunque al inicio las citas a Alicia en el país de las maravillas funcionen para introducirnos en las diferentes historias, pronto las angustias de estas mujeres en problemas se desbordarán, dejando a las referencias librescas como mero adorno. Las intervenciones del conejo, por ejemplo, son irrelevantes y distraen de la trama.


Más allá de sus imperfecciones, esta pieza tiene buenos momentos. La lectura de la obra de teatro de Paz, a dúo con su madre, es uno de ellos. La discusión entre ambas en las que la adolescente le replica con la frase que sirve de título a esta columna, también.

Ficha técnica
Entonces Alicia cayó

Escrita y dirigida por Mariana de Althaus. Con Vanessa Saba, Paul Martin, Ana Cecilia Natteri, Carlos Mesta, Sofía Rocha y Patricia Barreto.
En el teatro Británico de jueves a lunes a las 20.00. Entrada general a 50 nuevos soles.

Entrevista con la directora

martes, septiembre 06, 2011

Un superhéroe entre los pobres

Un veterano de la lucha libre, el Inca, vive sus últimos momentos como profesional en un polvoriento pueblo. En el mismo lugar, una joven pareja se prepara para el nacimiento de su primogénito ante la estigmatización de sus vecinos que los ven como ladrones.

Paralelamente, una muchacha, la Boba, sueña con irse de su terruño enamorándose de cada forastero que se le cruce. Todos ellos se ven empujados a partir rumbo a Lima.

No hay que buscar en esta cinta sólo un retrato realista de este grupo variopinto de personajes. Más bien, la trama es una suerte de cuento de hadas con toques costumbristas. La travesía desde el pequeño poblado costeño hasta la capital sirve para que los protagonistas, entre percance y percance, descubran la bondad o malicia de los demás.

Aunque el registro sea adrede ingenuo, hay espacio para abordar con cierta picardía algunas situaciones. A pesar de las limitaciones que implica trabajar con varios actores no profesionales – el cachacanista es uno de ellos – y un guión no siempre redondo, el director se maneja con soltura en una historia al límite de lo verosímil.

El papel más atractivo es el del Inca, quien por su exagerada fuerza le da a la historia algunos toques fantásticos. Hay que apuntar que él es, de los personajes principales, el único que tiene características estridentes que lo asemejan con otros secundarios como la pastora loca o el ladrón de cadáveres. Dos momentos imperdibles: su último baile como luchador profesional y la escena en que ayuda a un mendigo Fernando Zevallos. Con sus imperfecciones, se trata de una amena fábula en la que unos se preparan para morir y otros para dar vida.

Ficha técnica
El Inca, la Boba y el hijo del ladrón Dirige Ronnie Temoche
Actúan Carlos Cubas, Flor Quesada, Manuel Baca, Evelyn Azabache, Christian Ysla, Oscar Beltrán, Alejandra Guerra, Fernando Zevallos y Ana Cecilia Natteri, entre otros.

lunes, septiembre 05, 2011

Pequeñas interrupciones: Cuando tengas que partir

Ugo y Dino, dos hermanos ancianos achacosos viven esperando noticias de su nonagenario padre que ha partido a la guerra. El primer padece del estómago, mientras el otro se dedica a escribir una pieza de teatro. Cada cierto tiempo llega Simona, la mensajera vestida de bufón con, invariablemente, una carta en blanco. Con ese en apariencia sencillo e irracional argumento, Mateo Chiarella se da maña para presentar una pieza llena de poesía y, por qué no decirlo, belleza.
Esa guerra de la que se habla constantemente, a pesar de no dar muchas pistas al respecto, es la clave para entender la obra. Ella ha alterado la tranquilidad del hogar de los hermanos, y amenaza con seguirlo haciendo. La partida a combatir es la excusa que emplea el autor para reflexionar sobre la pérdida de seres queridos. Un dato que le proporciona una dimensión especial a la puesta en escena es que en ella actúen el padre y la madre del director y autor de la pieza.

La mayor parte de la acción se realiza en la sala del hogar de los hermanos. Aunque luzca simple, el peculiar ajedrezado del piso nos recuerda que no es una obra realista. Sobre ese suelo realizarán unas imperdibles partidas Dino y Simona. El otro escenario es el barco de la obra de Dino, que avanza siempre con un árbol detrás.

Un detalle a tener en cuenta es el rol que cumplen las repeticiones. Frases que se dicen una y otra vez en diferentes circunstancias, pequeñas variaciones entre escena y escena, sutiles gags como el reloj cayendo de la bota de Simona. La suma de esos elementos crea el ambiente onírico en el que, poco a poco, la absurda pieza teatral de Dino va adquiriendo sentido.

Ficha técnica
Pequeñas interrupciones
Escrita y dirigida por Mateo Chiarella
Actúan Alberto Ísola, Jorge Chiarella y Celeste Viale
En la Alianza Francesa de Miraflores a las 20.00 horas. Hoy última función.

“Merezco otra vida porque ésta ya la...”

Para el reestreno del teatro Larco, el grupo Plan 9 se decidió por reunir un grupo de obras cortas de David Ives. La puesta en escena, como les es habitual, es ingeniosa y correcta. Sin embargo, los textos escogidos no son todos del mismo nivel y sufren varios altibajos.

En la selección de estas breves piezas primó que estas exploraran la identidad y las posibilidades que tienen los personajes frente a sí, asuntos por los que el director David Carrillo tiene predilección. La más lograda es la obra que abre la función, en la que un inspirado Pietro Sibille representa a un fracasado que quiere ser el pintor Edgar Degas por un día.

Luego viene una parodia del flirteo entre dos jóvenes en el que, ante algún "error" del galán se retrocede la acción para que vuelva a intentarlo. Esta pieza, al igual que la última en donde se retrata la cita de una paciente y un sicólogo con dos actores por personaje, da pie a un despliegue actoral exigente tan caro a la gente de Plan 9.

Hay que anotar que la escena del enamoramiento adapta muy bien y sin forzar la trama a los referentes locales.

El resto de piezas no son tan redondas como las mencionadas, aunque todas arranquen en algún momento más de una risa. Ives lastra algunas de sus obras con cierta pretensión de profundidad. Pensamos por ejemplo, en la pieza dedicada a la torre de Babel en el que se habla de Dios o en la que se critica la adicción a la televisión. Caso especial es la titulada Variaciones de la muerte de León Trotski. En ella, a pesar de varios altibajos, la reflexión final sobre la muerte llega a conmover.

Las actuaciones tienen un nivel parejo, destacando el desempeño de Sibille en las primeras escenas y el trabajo de Manuel Gold, tal vez el artista que representa más roles en la función.

Ficha técnica
Demasiado poco tiempo
Sobre obras cortas de David Ives
Dirige David Carrillo
Actúan Manuel Gold, Alina Ferrand, Carlos Galiano, Masha Chávarri y Pietro Sibille En el Teatro Larco (avenida Larco 1036. Miraflores), de jueves a lunes a las 20.00 horas, y los domingos a las 19.00 horas.
Entrada general a 40 nuevos soles.

domingo, septiembre 04, 2011

El rey León, una película fascista

Sí, El rey León, una película fascista. Ese fue lo que comenté, medio en broma, medio en serio, a mi amigo Lucho Aguirre ante la posibilidad de que mi incursión al cine con mi hija Iris tenga como fin ver ese filme de Disney. Y, como buen agorero que soy, eso fue lo que terminé viendo.


Algo que descubrí al ser padre es la poca variedad de títulos para niños que existe en la cartelera local. Por lo general, son dos opciones por establecimiento. A veces menos. Ese fue mi caso este sábado en la taquilla del cine El Pacífico (1), en la que sin proponérmelo terminé viendo las historias de Simba en 3D.

Un aspecto negativo del corto menú cinemero infantil es que las alternativas están dominadas por esas producciones en las que se gasta mucho esfuerzo y dinero en la campaña de promoción, creando la necesidad de ir a ver la cinta y comprar sus chucherías varias (2). Yo evito consumir ese tipo de película, y de paso, también la protejo en la medida de lo posible a mi enana. No es que todos esos filmes sean malos, sino simplemente que no me agrada que la publicidad me diga qué hacer.


Cuando estrenaron El rey León, allá en el lejano 1994, no fui al cine a verla sino a otra película que encaja con la descripción que doy en el anterior párrafo: Los Picapiedras. Hice una larga cola, paralela a la que se hacía para El rey León, empujado por mi hermana y unas primas queridas, para comprar mi entrada a esa adaptación de la serie animada en la que lo más memorable es la versión de B52 del tema musical y la participación de Elizabeth Taylor en una de sus últimas apariciones en la pantalla grande, y poca cosa más.


Sea como fuere, durante los 90 creció un aura alrededor de las cuitas de Simba y compañía. Hasta algún homenaje – o burla, que es lo mismo – de parte de Los Simpson recibió. No me quité la espina hasta que la pude ver y… la verdad que no me emocionó.


El sábado volví a cruzarme con el filme de marras. Era en 3D, un espectáculo visual nuevo para mi bebe. Un poco a regañadientes, decidí darle una nueva oportunidad a este dramón africano. A mi hija le gustó el show, pero a mí siguió sin convencerme.


Me explico. Las películas de la factoría Disney pueden tener un gran acabado, pero hay algo en su propuesta estética que no me engancha. Por ejemplo, los números musicales que ponen en muchas de sus títulos en general los siento sosos. En esta cinta en particular, salvo el Hakuna matata, no se salva uno. Pero a estos detalles que pueden ser subjetivos, se añade otro: cierta suspicacia hacia la carga ideológica de esta historia. Puede que el contrabando ideológico no sea adrede, pero allí está.


Buceando por la red veo que no soy el único al que le ha dejado un sinsabor la película. Haciendo memoria, creo que hasta Slavoj Sisek ha escrito algo al respecto, pero pueda que me esté pajareando con este último dato. Mi crítica principal, que leo no es solitaria, es que se inculca la idea de que hay quien nace para mandar y quien para obedecer.


Hace mal Scar, el tío de Simba, en rebelarse contra su destino y buscar ser rey. Hacen mal también sus aliadas, las hienas, por entrar en el rico dominio de los leones, y no conformarse con sobrevivir en las áridas zonas a las que han sido desterradas. Al final, se impone la idea de que el más fuerte y que sepa mejor pelear – no el más inteligente, no el más justo – es quien merece gobernar. Obviamente, eso ya está decidido desde la cuna. O sea, nada de méritos propios, o cosa que se le parezca. Claro que otra lectura más inocente es ver en las cuitas de estos animalitos una reflexión sobre el difícil trance de volverse adulto y asumir más responsabilidades.


Al regresar del cine recuerdo que por chat bromee, en verdad bromee, a mi pata Lucho con que la melena rubia de Simba y demás leones, el grupo dominante, era un indicativo de por dónde iban las balas. Mientras tanto, yo estoy haciendo votos para que el próximo fin de semana que me toque llevar a mi hija Iris al cine tenga más opciones para escoger que Los Pitufos. Porque, vamos, sobre la raigambre comunista de estos enanitos azules ya se ha escrito suficiente.


(1) Una pequeña digresión personal. Quería mostrarle a mi enana un cine al que iba su papá de chico. Yo sé que con sus continuas refracciones ya no es el mismo, pero tampoco quedan muchas otras opciones. A menos que la lleve a una sala convertida en tragamonedas o iglesia cristiana. Debo estar viejo.


(2) Esta temporada un ejemplo de una cinta así es Los Pitufos. La veré, supongo, dentro de un tiempo. Cuando el agobio de la campaña mediática mengüe y la pueda apreciar sin tanto prejuicio.