Pantalla latinoamericana

Una de las falacias que de tanto ser repetida algunos desprevenidos la creen cierta es que el público peruano sólo le puede gustar las grandes producciones de Hollywood. Hace diez años, contradiciendo esta premisa, se agotaron las entradas a la primera edición del festival de Cine Latinoamericano de Lima.

Muchos cinéfilos poco previsores se quedaron sin ver ninguna de las cintas en competencia. Por suerte, yo no fui uno de ellos. Conseguí sólo una entrada a una película de la cual no tenía ninguna referencia. El film era Cuestión de fe, de Marcos Loayza, el largometraje boliviano más premiado de todas las épocas. Resultó siendo una joya que nunca más he podido volver a ver.
Ayer se inauguró la décima edición de este festival organizado por el centro cultural de la Universidad Católica. Mucha agua ha corrido desde ese lejano 1997 en que se estrenó con el nombre de Encuentro Latinoamericano de Cine (elcine). Ahora el festival cuenta con quince locales -uno de ellos en Arequipa- donde se pueden ver las más de cien cintas presentes en la muestra.

Logros y quejas
Gracias al festival, los cinemeros peruanos hemos disfrutado de lo mejor del sétimo arte que se hace en América Latina y de una muestra representativa del que se hace en otras partes del mundo. Aunque la cuota de pantalla para las cintas no hollywoodenses todavía es reducida, el éxito del encuentro ha provocado que los distribuidores de vez en cuando -aún no lo suficiente- nos sorprendan con rarezas.

Por nuestro país han desfilado personalidades del cine y de la cultura como Bibi Andersson, actriz fetiche de Ingmar Bergman o el brasileño Walter Salles, director de Diarios de motocicleta Diarios de motocicleta y Estación Central. También han venido Carlos Monsivais, Cecilia Roth, Patricio Guzmán, María de Medeiros, entre otras figuras vinculadas al quehacer cinematográfico.

Festejando esta década auspiciosa se han organizado varias actividades importantes. Lo más importante es una retrospectiva de cintas que han participado en el festival en ediciones pasadas. Se podrá volver a ver en pantalla grande filmes como Despabílate, amor, de Eliseo Subiela; o Martín Hache, de Adolfo Aristaraín, ganadores de las primeras ediciones. Sólo tengo una queja. Que en esta retrospectiva no se haya incluido Cuestión de fe. Esperemos que para las celebraciones de los veinte años incluyan esta sugerencia.

(Publicado en el suplemento Variedades del 4 de agosto de 2006)