Esta noche Brus Rubio inaugura en la Alianza Francesa una
muestra de piezas recientes con la cual se hizo acreedor al segundo premio del
concurso Pasaporte para un Artista 2011. El creador, miembro de la comunidad
huitoto e integrante del reciente boom de pintura amazónica, dio algunas claves
para entender su propuesta.
¿Cómo nace su interés por el arte?
- Yo creo que no
es una afición, sino más bien una reflexión sobre mi propia realidad como comunidad
y persona. Yo me acerqué primero a
la pintura para que los valores y las prácticas de mi cultura se puedan
expresar.
Se nota una correspondencia entre su estilo y las
tradiciones de su pueblo.
- Sí, ese es el inicio. La mitología, las historias, la concepción
del mundo huitoto. A eso me arrimo. Es la raíz y el fruto soy yo. No es fácil
salir ni negarlo. Toda la mitología está atada a un principio de valores y
virtudes. Siempre en mis pinturas las estoy difundiendo.
Pero a la vez se nota un afán por actualizar esta tradición.
- Sí. Si yo me remonto a lo más antiguo, es como dejar de
lado mi actualidad. Digo más antiguo por la época antes que llegaran los
caucheros. Pero ahora tengo ciertos pensamientos que me han inculcado el
colegio, cómo veo mi mundo actual, y cómo actúo en él desde mi identidad de
indígena.
¿Con qué propuestas artísticas se siente más cercano?
- Hasta el momento estoy en el proceso de encontrar. Podría
decirse que soy parte de múltiples tradiciones. Yo
quiero hablar de mis prácticas culturales. Cuando he salido afuera, he tenido
más conexiones con Christian Bendayán que también expresa la cotidianidad de lo
urbano. Hay una comunicación muy cercana con él pues los dos queremos expresar
lo diario.
¿A qué cree que el arte plástico esté en boga actualmente?
- Uno puede ser por el movimiento social indígena que se
dio. El otro es la revalorización y encuentro de la Amazonía, para comprender y
respetar la naturaleza.
¿Qué encontraremos en su nueva muestra?
- Es reflejo de mi sobrevivencia en Iquitos y en Lima. Veo
que no puedo dejar de lado lo que soy indígena, mi práctica cotidiana. Me
cuesta comprender el mundo urbano. Veo que no puedo salir de mis valores, mis
mitos, mis tradiciones. También mostraré costumbres como la sacada de sal del monte.
Son obras recientes hechas en la capital.
¿Extraña mucho su tierra?
- Desde luego extraño mucho, no sólo porque soy de un pueblo
indígena. También por las alegrías y la tranquilidad. La ciudad es muy
bulliciosa, te aceleras. En la comunidad haces tu labor y estás más contento
con tu entorno.
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